A Álvaro Soto, uno de los dueños del restaurante 'El Vergel' de Tarragona, le tiembla la voz al otro lado del teléfono. Los últimos días, en los que el establecimiento se ha visto en el foco de la polémica por pedir a las madres que lo visitan que no den biberones de leche de vaca a sus hijos, han supuesto un duro golpe emocional. Responde con monosílabos, evasivo, entre los que se cuelan sollozos. Recupera sin embargo la entereza cuando se le pregunta por los ataques online: "Esto no tiene nada que ver con el veganismo, lo que estamos sufriendo es una campaña de odio. Nos amenazan. Es acoso".

La controversia saltó en la prensa local a raíz de una publicación en la cuenta de Instagram del local. "Nos gustan las madres de todas las especies. Por eso, no nos gustan los biberones de leche de vaca. Por favor, no se lo des en el restaurante. ¡Gracias!". Diari de Tarragona, que recogía cierto malestar entre los usuarios de las redes a tenor del mensaje, señalaba que el restaurante luce un cartel a la entrada con un texto similar. Medios especializados en crianza como Bebesymas indagaron y descubrieron una reseña en Tripadvisor, la red de valoración de hostelería, en la que una "mamá humillada" relataba un incidente a raíz de una toma de biberón de su bebé de cuatro meses ocurrido hace un años.

Mientras el pequeño comía, le dejaron en la mesa la advertencia contra el biberón de leche de vaca. "Avisarme con un papel… El camarero no sabía qué tipo de leche le estoy dando a mi bebe, podría haber sido leche materna, o de origen vegetal pero es igual, creo que es muy muy personal, incluso diría íntimo (...) Al acabar la cena me dijo que la próxima vez me prepararán un biberón de leche vegetal… Esto no funciona así. Los bebés están en desarrollo y no pueden cambiar de comida como un adulto". Aunque la clienta se declaraba "completamente a favor" del concepto vegano, lamentaba el "extremismo": "Si se meten con los bebés ya podrían prohibir la entrada de gente con bolsos, cartera o chaqueta de piel".

Sin embargo, el verdadero detonante de la reacción en redes fue la respuesta del propio Álvaro. Admitía que fue él quien reconvino a la madre entregándole el papel y que las "formas no fueron adecuadas", pero recordaba que el establecimiento se reservaba las normas y el derecho de admisión. Explicaba que tanto sus clientes como ellos mismos se sentían molestos por el consumo de "potitos" y "biberones" de origen animal, contrarios al espíritu de su cocina, por lo que la advirtió contra los productos preparados fuera del local. "Si alguien cree que darle un alimento a su hijo diferente al que toma normalmente supondrá un grave perjuicio para él, tiene dos opciones: alimentarle en otro horario, fuera del restaurante, o ir a otro establecimiento con otras normas".

El remate final sin embargo ha indignado a colectivos enteros, imputando a la madre la responsabilidad colectiva de la crueldad animal: "Desconozco si el biberón contenía leche de vaca o la suya propia, pero supongo que si se sintió atacada fue precisamente porque era de origen animal no humano. Sin embargo, las madres verdaderamente humilladas son aquellas violadas durante toda su vida para tener bebés que son robados y descuartizados para que los humanos les arrebatemos la leche que era para ellos: estas madres son las vacas, ovejas y cabras, víctimas del biberón de su hijo".

"Un ejército de madres que no lo entienden"

A principios de esta semana el restaurante daba de baja sus perfiles de Facebook e Instagram para atajar los ataques online. Se trata de una campaña de "abuso" en su contra, denuncia Álvaro, plagada de "insultos" y "amenazas". La ofensiva de los críticos se ha dirigido en las últimas horas a medios que los dueños de El Vergel no pueden controlar: las páginas de valoración hostelera como la propia Tripadvisor y las reseñas que adjunta Google al buscar el local.

Efectivamente, han comenzado a aparecer votaciones con la mínima puntuación para perjudicar el, hasta el momento, espectacular rating del restaurante, que rozaba el 5/5. Estos comentarios no ocultaban en muchas ocasiones que el usuario no había comido nunca ahí: su condena se centraba exclusivamente en la política del local sobre los biberones.

En paralelo, las redes de militancia vegana han difundido un mensaje atribuido a los dueños del restaurante. El él se denuncia una "campaña contra el restaurante y el veganismo" que ha saltado de Facebook e Instagram a las páginas de valoración. Piden a sus simpatizantes que busquen el restaurante en Google y le otorguen cinco estrellas más un comentario que anule "lo que están haciendo este ejército de madres que no entienden que no las obligamos a ser veganas ni a ellas ni a sus hijos", y que si no quieren cumplir la norma, "que no entren". 'El Vergel' ha declinado confirmar la autoría del llamamiento, pero admite que se están resintiendo económicamente.

Lo cierto es que la contracampaña vegana ha dado sus frutos, restableciendo progresivamente las puntuaciones del restaurante. Algunos mensajes de apoyo hacen referencia explícita a la polémica del biberón poniéndose del lado de la condena total al consumo de productos de origen animal, mientras que otros se centran en loar las bondades gastronómicas y de trato de 'El Vergel'.

Otra técnica ha sido la de votar en masa a comentarios positivos previos a la controversia, de modo que releguen a los negativos. Cuando las críticas demostraban que la persona no conocía realmente el restaurante, han sido denunciados y en ocasiones eliminados. Tripadvisor, por ejemplo, se reserva esta medida de moderación si aprecia que la interacción infringe sus normas de uso, que van destinadas a la valoración en base a una experiencia real.

 

Noticias relacionadas