"¿Habéis visto la broma que le hemos hecho a nuestra Emma Marrone?" - reza junto a un emoticono de reír hasta las lágrimas el post subido a Facebook por el programa Amici di Maria De Filippi, un programa de talento musical. Lleva ahí una semana pasada. La broma, que fue emitida en la gala producida por Mediaset, consiste en que los bailarines realicen tocamientos a Marrone mientras canta a pesar de sus protestas. Le pellizcan el trasero, le tocan un pecho - el programa añade efectos sonoros de bocina para mayor hilaridad - e incluso le lamen el cuello hasta que ella, encolerizada y zafándose del abuso, abandona el ensayo.
El incidente recuerda el sucedido el pasado octubre en una televisión francesa cuando, durante un maratón en directo, uno de los presentadores besó en el pecho a una invitada que se había negado a besarle en la boca. Como ahora, este abuso justificado como una "travesura" en vivo provocó la indignación tanto en el propio país como en el resto del mundo, y motivó una investigación por parte de Igualdad.
El caso italiano ha sido completamente diferente: pese a las denuncias por parte de colectivos de mujeres, el programa y su productora se han negado en redondo a retractarse. La justificación: que la propia Marrone, representante italiana en Eurovisión 2014 que regresaba a la televisión como candidata, estaba en plató mientras se emitía la broma grabada en los ensayos, riendo a mandíbula batiente. La propia Di Fillipi, la conductora que presta su nombre al programa, respondía tajante: "Si para algunos esta broma significa que apoyamos a los abusadores sexuales es que el mundo se ha vuelto loco. No creo que una persona mínimamente inteligente pueda pensar algo así".
La persistencia de la cadena en mantener la "broma caliente", como la definen, permite que cada cual juzgue. Todo comienza como un ensayo normal. Uno de los bailarines, el "gancho" de la broma, comienza a acariciarla los muslos y a subir hacia arriba. Ella hace gestos con las manos para que mantenga las distancias. "Un poco menos" - dice; esta advertencia arranca las risas del público y se ha convertido en el hashtag con el que se difundió el incidente.
A Marrone todavía le quedaban cinco minutos de mal trago. El bailarín acerca su boca a su cuello y sus genitales a su trasero (el programa añade un sonido de muelle a la escena), lo que provoca que interrumpa su canción con gesto de contrariedad. "No quiero parecer una puritana" - se ve obligada a justificarse para pedir al director del ensayo que cesen los tocamientos. "Esto es demasiado".
Todo queda aparentemente aclarado, pero todo va a ir a peor: en ello consiste la broma. En el siguiente ensayo el bailarín restriega los genitales y le da un pellizco en la nalga, lo que provoca que la cantante le lance una patada. El hombre insiste: la mano roza la entrepierna y aprieta un pecho. "¡Esto no es danza!" - protesta Marrone. Todavía accede a un tercer intento en el que el bailarín le lame el cuello y le busca la boca. "¿Pero eres un cretino?" - grita, angustiada, zafándose de él. La guinda del pastel que pone fin a la broma es fingir que el bailarín se ha vuelto violento.
La connivencia de Morreno, ya fuera a priori o a posteriori, con la broma, no quita nada a la banalización del acoso sexual que promueve el programa, según la asociación de mujeres contra el maltrato Telefono Rosa. "Una broma así no hace reír" - condenan tajantemente desde su pagina de Facebook. "Una broma de este tipo denota una inaceptable ligereza por parte de sus autores que saben perfectamente que tienen un público juvenil".
"¿Os habéis preguntado, queridos autores, qué mensaje queda tras las risotadas gruesas que derivan de un abuso sexual?" - plantea el post firmado por la presidenta de la asociación, Maria Gabriella Carnieri Moscatelli. "¿Os habéis preguntado qué significa 'normalizar' comportamientos sexualmente explícitos contra una mujer que no los consiente en absoluto?". El mensaje insta a Di Filippi, "que siempre ha demostrado sensibilidad sobre el tema", a reconsiderar y disculparse en sus próximos programas.
"No se puede hacer de la cultura de la violencia un tema para chiste, exactamente igual que no se puede hacer con la homofobia, el bullying o cualquier otra forma de violencia" - concluye el mensaje.
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