El regalo de un hijo a su madre de 75 años: cumplir su lista de "cosas que hacer antes de morir"
En la Jungla. Su madre lo estaba pasando muy mal tras ser despedida del trabajo y quiso compensarlo con una experiencia que ha recogido en un documental. Miles de aportaciones anónimas en Kickstarter han servido para financiarlo.
16 mayo, 2017 13:08Noticias relacionadas
Rebecca Danigelis es una mujer británica residente en Boston (EEUU) que ha dedicado toda su vida a trabajar en un hotel y previamente a criar, como madre soltera, a sus dos hijos. Cuando, a los 75 años, fue despedida se encontró con mucho tiempo libre y pocas posibilidades de volver al mundo laboral. Aunque en Estados Unidos la edad de jubilación se establece en los 67 años, muchas personas continúan trabajando después porque la pensión que reciben no es suficiente para cubrir sus necesidades.
Consciente del mal trago que estaba pasando uno de sus hijos, Sian-Pierre Regis, le propuso que escribiese una lista con todas las cosas que le gustaría hacer y que antes, por falta de tiempo, no había podido acometer. Después, juntos, irían cumpliendo todos esos pequeños sueños y contándolo a través de un documental. Lo titularían Duty Free y buscarían financiación a través de la plataforma colaborativa Kickstarter.
En el vídeo de presentación Danigelis explica cómo "los hoteles han sido su vida" y se ha pasado los últimos sesenta años dedicada en cuerpo y alma a su profesión. "Conocí a tu padre en la sala de fiestas", recuerda. "Y no pude asistir al funeral de mi hermana porque estaba trabajando". Pero después también se ve la felicidad que siente cuando va cumpliendo esos 12 deseos que había escrito en su lista de "Cosas que hacer antes de morir": viajar a Londres y visitar la tumba de su hermana por primera vez, reunirse con familiares a los que hacía una década que no veía, apuntarse a una clase de hip hop, abrirse una cuenta en Instagram...
"En realidad todo empezó en junio del año pasado cuando mi madre cumplió 75 años", explica a EL ESPAÑOL por email Sian-Pierre Regis. "Le pedimos que redactase una lista de deseos a cumplir como regalo por sus cumpleaños, pero entonces no sabíamos que iba a ser despedida, así que después de que se quedase en el paro vimos que cumplir esos deseos era aún más importante porque tenía mucho tiempo libre y estaba destrozada por haber perdido su trabajo".
A Regis, que es vídeo periodista de profesión- se le ocurrió entonces que podían grabar el proceso y convertirlo en un documental. Estimaron el coste en 50.000 dólares (unos 45.277 euros) y para explicar el proyecto en Kickstarter subieron un primer avance en vídeo junto a una descripción en la que Regis indicaba lo inspirador que podía resultar para que "hijos e hijas de todo el mundo se animen a pasar más tiempo con sus madres y a crear recuerdos juntos que los unan para siempre".
A quince días de que se cierre la colecta ya han recaudado más de 52.000 dólares y su historia está dando la vuelta al mundo. El empujón definitivo se lo dio la celebración del día de la madre en Estados Unidos -el pasado 14 de mayo- y una donación final de la compañía Johnnie Walker de 15.000 dólares.
"Más allá del documental, para mi lo más importante está siendo la experiencia", explica este joven de 32 años que ha trabajado para cadenas como CNN o MTV. "Nos ha permitido compartir historias muy íntimas y un sentimiento de felicidad absoluta al ver que estaba viviendo los mejores momentos de su vida. También ha conseguido algo que creía que no era posible: unirnos aún más".
Regis recuerda también cómo le sorprendieron algunos de los deseos de su madre: "¡Hacer paracaidismo es un poco heavy para una mujer de 75 años!", bromea. "Y su sueño de ir a una clase de hip hop también me resultó muy enternecedor. Decía que siempre había querido escuchar el ritmo de la música".
Tanto Regis como su madre se muestran muy agradecidos por el respaldo que han recibido y los mensajes que les llegan a través de las redes sociales. "No podríamos estar más contentos con el apoyo", explica el periodista desde Nueva York. "Lo que creo que muestra es que, independientemente de nuestro origen o procedencia, todos estamos de acuerdo en que nuestras madres son nuestras joyas más preciadas y que necesitamos estar ahí cuando nos necesitan".