Todas las veces que Ramón Espinar fue el tuitero con peor suerte de España

Ramón Espinar, actual senador de Podemos y secretario general de la formación en la Comunidad de Madrid, se unió a Twitter en 2011. Desde entonces, este joven político ha lanzado cerca de 16.000 mensajes que han sido compartidos allende los mares gracias a los retuits de sus seguidores. Sin embargo, la pericia tuitera de Espinar y la habilidad para meterse en algunos charcos en los últimos tiempos, han acabado convirtiéndolo en una suerte de diana contra la que disparar. O en el tuitero con peor suerte del mundo. Según se mire. 

El último zasca al que se ha tenido que enfrentar tuvo lugar este miércoles. Mariano Rajoy pulsó ayer por error el botón equivocado a la hora de votar una de las enmiendas a los Presupuestos Generales del Estado. Tras la confusión, Espinar salía al quite en Twitter, aludiendo a una réplica del presidente del Gobierno en la que le pidió que tomase más tila en lugar de Coca Cola. "Parece que Rajoy ha votado mal los Presupuestos. Normal, se ha debido pasar con la tila...", escribió. 

Lo que Espinar no esperaba es que esa misma tarde, Pablo Iglesias se equivocase también de botón y votase por error a favor de los presupuestos de dos Ministerios del Gobierno del PP, con risas y aplausos Méndez de Vigo de por medio. El mismísimo Félix Álvarez 'Felisuco' contestaba riéndose del golpe que le había devuelto el 'karma'.

En su mensaje, el humorista y ahora diputado de Ciudadanos aludía a una de las últimas polémicas que habían salpicado a Espinar fruto de su poca pericia a la hora de compartir según qué mensajes en las redes sociales. 

El pasado 15 de abril, el senador compartía en su cuenta de Instagram una foto con el festival de marisco que se había metido entre pecho y espalda en Galicia, aludiendo además a su económico precio. Esta publicación le costó el 'trending topic' y las bromas de decenas de usuarios en Twitter. Tras la bronca, acabó borrando el mensaje.

La metedura de pata culinaria se producía apenas unos días después de que Espinar fuese cazado en el comedor del Congreso con dos botellas de Coca Cola después de que su partido pidiese no consumir esta bebida como respuesta a los despidos de trabajadores de la multinacional en la planta de Fuenlabrada (Madrid). 

Tras el nuevo lío, nuevo 'trending topic', clamor popular y las disculpas a posteriori del senador a los trabajadores de la fábrica.

El conflicto de los titiriteros también dio algunas alegrías a los sectores más críticos con el político. El pasado mes de enero, Espinar celebraba a través de su cuenta de Twitter que se archivara el caso por una representación en la que se exhibieron carteles de 'Gora Alka ETA' ante un público infantil en Carnaval. "Buena noticia para la libertad de expresión y la cultura", publicó en su Twitter. 

El tuit de uno de los hombres fuertes de Podemos habría pasado desapercibido de no ser porque él mismo llegó a alentar los ataques contra los titiriteros cuando estalló toda la polémica. 

También la muerte de Carrie Fisher le trajo algún que otro problema. Espinar decidió despedirse de la Princesa Leia con un "Que la fuerza te acompañe, Carrie Fisher" y un fotograma de Star Wars. El problema radicaba en el epitafio escogido: "Leia dejó la monarquía y se pasó a liderar una rebelión. Queremos más princesas así". La instrumentalización de la muerte de una actriz para una causa política y la particular visión de Espinar sobre el papel que desempeñó Leia en la película, bien le valieron la reprimenda de algunos usuarios.

Pero, sin duda, la peor polémica en la que se ha visto envuelto hasta la fecha tuvo que ver con su piso de protección oficial. Tras publicarse que el senador adquirió una promoción de VPO en Alcobendas, que posteriormente vendió con una plusvalía de 30.000 euros, algunos usuarios recuperaron mensajes del mismo político que a lo largo de su carrera había hecho de la lucha por el derecho a la vivienda uno de los pilares de su discurso.

Con semejantes precedentes y la actual batalla que se está librando entre el sector del taxi, Uber y Cabify en estas fechas, no es de extrañar que los más agoreros se teman lo peor. ¿Quién será el primer político cazado en un coche de estas dos últimas compañías? Se admiten apuestas.