Nueva California: Cataluña no está sola en las independencias de mentirijilla
En la Jungla. Nueva California quiere librarse de la opresión de California, "gobernada por la tiranía". Este movimiento quiere crear un nuevo estado dentro de la unión, separando las zonas urbanas -y mayormente demócratas- de las rurales -y principalmente republicanas-.
19 enero, 2018 12:32"¿Y la política cómo está? Revueltilla ¿no?" esta sencilla frase pronunciada por José Sazatornil en Amanece que no es poco, allá por 1989, puede resumir perfectamente la situación política de nuestro país en los últimos años, animada muy especialmente por el famoso 'oasis catalán', convertido este último lustro en un huracán de categoría 6 o 7 y con tiburones voladores para darle un toque de surrealismo. La tormenta llegó a su punto máximo -de momento- el 27 de octubre cuando el Parlament aprobó una declaración de independencia que finalmente resultó ser simbólica y que nadie en el mundo reconoció. Pero Cataluña no está sola.
California se ha subido al carro de aventuras independentistas locas. O más concretamente Nueva California, una porción de su territorio que quiere formar su propio estado dentro de EEUU. El 51º miembro de la Unión tendría buena parte del territorio californiano y aproximadamente la mitad de su población, entre 15 y 25 millones de 40. Eso sí, ciudades como Los Ángeles, San Francisco, y buena parte de la costa, se quedarían fuera de esta nueva entidad territorial. Así se puede ver en el mapa que tienen en su página web. En azul, Nueva California; en amarillo, la vieja California.
El pasado lunes los defensores de esta división proclamaron -de forma simbólica, eso sí- la independencia de Nueva California, y comenzaron su carrera hacia convertirse en un nuevo estado. No lo tienen fácil, eso sí. La Constitución americana reconoce que nuevos estados se pueden adherir a la Unión, pero no se pueden crear nuevos estados dentro de los límites de los ya existentes sin la autorización expresa del gobierno del estado (o estados, si hablamos de fusionar dos, por ejemplo) y del gobierno federal. Así que la vía unilateral no parece muy viable.
¿Y cuales son las razones de esta independencia? Según Paul Preston -uno de los líderes de este movimiento que nada tiene que ver con el historiador-, "el actual estado de California está gobernado por la tiranía", y hace referencia a años de explotación fiscal, regulaciones y políticas monopartidistas que han dejado a muchos de sus 58 condados en un estado de ingobernabilidad.
También aseguran que esto ha llevado a muchos de los servicios públicos esenciales como las infraestructuras, la educación, la seguridad y la sanidad a un estado de decadencia. Sí, a mi también me suena a algo. Todo esto queda recogido en el manifiesto publicado en su página web.
En realidad, este es un movimiento que refleja la división que hay actualmente entre la América demócrata y la repúblicana. Aunque no hay una correlación directa, los condados en los que el Partido Demócrata es más fuerte se quedarían en la California tradicional, mientras que los republicanos tienen más presencia en Nueva California:
Querer partir California, una especie de tradición recurrente
Este no es ni mucho menos el primer intento de dividir el estado dorado, igual que en este caso con la intención de separar las zonas urbanas de las rurales. Desde 1941, al menos en cinco ocasiones se ha planteado una opción similar, todas han caído en el más profundo de los olvidos sin haber logrado ni acercarse a su objetivo. Quizá deban aprender de Puigdemont.
La creación del Estado de Jefferson fue la primera intentona, proponía unir los condados del norte de California con los del sur de Oregon, creando un nuevo estado. La muerte de uno de sus representantes -el alcalde de Port Orford, Gilbert Gable- y el ataque japonés a Pearl Harbour hicieron que la idea se enterrase rápido.
En 1965 se propuso la opción de crear dos estados nuevos, California del Norte y California del Sur, con la frontera al norte de Los Ángeles. La propuesta llegó al senado, pero murió entre comités. En 1992 se añadió un tercer estado a la idea: California Central, pero también quedó olvidada entre los comités del Senado. En 2011 se planteó de nuevo la creación de California del Sur, pero el movimiento se desintegró rápido, y el gobernador Jerry Brown lo calificó de "suprema ridiculez que nos ha hecho perder el tiempo".
La última y más loca idea llegó de la mano del inversor Tim Draper en 2014, que básicamente sumó todas las ideas anteriores para crear ¡seis estados! Jefferson, California del Norte, Silicon Valley (San Francisco), California Oeste (Los Ángeles), California Central y California del Sur. Aseguró tener 1.300.000 firmas apoyando su propuesta, pero el 40% de ellas resultaron ser falsas, por lo que su loca idea terminó ahí, como seguramente termine el de Nueva California.