Las redes sociales ya han juzgado y condenado a la presunta asesina de Gabriel
En la Jungla. El asesinato del pequeño Gabriel nos ha conmocionado a todos. De desaparición a infanticidio, una terrible historia que está clamando justicia en todas partes, sobre todo en las redes sociales. Es justo aquí donde se ve la peor cara del ser humano.
12 marzo, 2018 13:39La angustia se transformaba en desesperación este domingo tras aparecer el cadáver del pequeño Gabriel después de días de infructuosa búsqueda. El pequeño aparecía muerto en el maletero de la novia del padre, Ana. Todos los indicios apuntan a que ella es la asesina: desde el lugar donde se encontró a Gabriel a las declaraciones que se dieron a conocer posteriormente reflejando el escaso afecto que el pequeño despertaba en la novia de su padre. Resulta obvio atar los pocos cabos sueltos que se encuentran en este terrible suceso, también que Ana despierte lo peor de nosotros mismos. El problema es descubrirlo en las redes sociales gracias al antifaz del que provee el anonimato.
Cuesta no encontrar la culpable en un hecho tan terrible como este, pero la rabia y el odio no son la mejor solución. La propia madre de Gabriel está pidiendo justo eso en los medios: "Que no se extienda la rabia que ha sembrado Ana Julia". Aunque es demasiado tarde: basta un paseo por las redes sociales para descubrir el nivel de rabia que hay ya extendido. Incluso por las plataformas de mensajería están reenviándose mensajes que, igual que ocurría en la Edad Media, se dirigen a linchar a la presunta culpable pidiendo que cumpla cadena perpetua o, incluso, que se instaure la pena de muerte.
Las redes sociales sacan lo peor de nosotros mismos, como sociedad y también como individuos. El anonimato es la clave, también la facilidad de encontrar contactos afines que extienden nuestras opiniones como si fuesen un virus. Es imposible no mostrar empatía con una familia a la que asesinan a su hijo, de ahí que las emociones terminen desbordando para mutar en puro odio.
#HastaSiemprePececitoAR
— erik (@eriksuuu) 12 de marzo de 2018
OJO POR OJO, DIENTE POR DIENTE.
QUE EL PUEBLO ENTERO INVADA LA COMISARIA Y LA AJUSTICIEN.
Tweets como el anterior hay muchos, demasiados. También actualizaciones en Facebook y mensajes reenviados a través de aplicaciones como WhatsApp. Son muy pocos los grupos que no han recibido una alerta parecida a la siguiente.
Increíble lo que me ha llegado por WhatsApp. @Zumodeguindas @jlprieto @ayrendor no sé para qué habéis estudiado Derecho, si es así de fácil. Flipo mucho. #GabrielCruz pic.twitter.com/maN7uRZFC7
— AliciaMime (@AliciaMime) 11 de marzo de 2018
La petición de "justicia" es algo común en los mensajes que se están haciendo virales. Desde los que piden tomársela por su mano a quienes buscan enviar a Ana Julia a su país de origen, Santo Domingo, para que allí sea juzgada por un sistema judicial que, se supone, es más agresivo con los homicidas. Este Change.org recoge ya casi 200 000 firmas. Un Change.org que carece de sentido penal y que solo se mueve por el ansia de venganza, como desmonta en un hilo Davinia Vicente.
Acabo de descubrir una petición en @change_es de un tal Ibán Gutiérrez para pedir la extradición de Ana Julia Quezada, con varios puntos que no tienen ni pies ni cabeza. Lo que sí tiene son miles de firmas.
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.aviniavicente) 11 de marzo de 2018
Por mucho que nos pese, y aunque Ana Julia sea la principal sospechosa con diferencia, no podemos condenarla sin un juicio previo. Expresar nuestra rabia y nuestro odio por el asesinato de un niño inocente no favorece en nada, solo añade sufrimiento a una familia que está actualmente destrozada. Además, no podemos tomarnos la justicia por nuestra mano, tampoco apoyarnos en un asesinato tan trágico para endurecer las penas, instaurar la cadena perpetua o, como hay muchos pidiendo, habilitar la pena de muerte. Como demuestra Manu Cabello, el endurecimiento de las penas no consigue que se rebajen los delitos.
Señoras y señores, hoy, con todos ustedes:
— Manu Cabello (@ManuCbll) 11 de marzo de 2018
💩EL POPULISMO PUNITIVO💩
👇🏽Hilo👇🏽
El 💩populismo punitivo💩 es esa practica política de los (neo)liberales basada en aprovechar la mediatización de los crímenes más terribles (y su impacto emocional en la sociedad) para implementar SUS políticas en materia penal.
— Manu Cabello (@ManuCbll) 11 de marzo de 2018
El ciclo es el siguiente:
— Manu Cabello (@ManuCbll) 11 de marzo de 2018
Crimen terrible ➡️ bombardeo informativo en medios de comunicación ➡️ conmoción social ➡️ partido político de la derecha diciendo que “para que no vuelva a pasar hay que endurecer las penas”.
La mayoría de la gente no se ha planteado lo q implica la diferencia entre orientar un sistema de justicia penal hacia la reinserción o hacia la retribución. Hacerlo partiendo de un crimen atroz nos lleva a tomar posiciones en base a la empatía con la víctima y no a lo racional.
— Manu Cabello (@ManuCbll) 11 de marzo de 2018
Lo primero es q se ha demostrado por la sociología que el efecto disuasorio de la pena (si las penas son duras la gente delinque menos) es un mito. Los crímenes son, en la inmensa mayoría de los casos, productos de fallos en la estructura del sistema (si hay pobreza, hay robos).
— Manu Cabello (@ManuCbll) 11 de marzo de 2018
Lo 2 es que basar la pena en la retribución (un asesino “se merece” pasar 30 años en la cárcel) no es humano ni útil. Lo útil es invertir recursos en que los criminales entiendan por qué han causado sufrimiento y por qué eso está mal. Eso es tener sociedades maduras, no débiles.
— Manu Cabello (@ManuCbll) 11 de marzo de 2018
La pena de muerte y la cadena perpetua (prision permanente revisable, en su versión maquillada para colárosla) encuentran su fundamento en los mismos argumentos: peligro social y retribución de la pena.
— Manu Cabello (@ManuCbll) 11 de marzo de 2018
Si creemos en la reinserción (lo humano) el primer argumento solo puede existir limitado en el tiempo y supeditado a la inversión en reinserción y el segundo quedara sin efecto.
— Manu Cabello (@ManuCbll) 11 de marzo de 2018
Bajando a la realidad, los países con sistemas punitivos retributivos no tienen menos criminalidad. Sin embargo, los países que invierten en estado social y en reinserción sí logran menores índices de criminalidad (reduciendo las tasas de punibilidad: ”lo duro que se castiga”).
— Manu Cabello (@ManuCbll) 11 de marzo de 2018
Friendly reminder: España ya tiene una de las tasas de punibilidad más grandes en relación con su tasa de criminalidad. Es decir: nuestro sistema es muy retributivo aunque no haya cadena perpetua ni pena de muerte. Lo de que estos asesinos salen en 7 años es MENTIRA.
— Manu Cabello (@ManuCbll) 11 de marzo de 2018
Pero bajando al trasfondo: hay un interés político del neoliberalismo en que tengamos sistemas penales retributivos. Tiene que ver con el concepto de la responsabilidad.
— Manu Cabello (@ManuCbll) 11 de marzo de 2018
El liberalismo se basa en esa idea de que la sociedad es una suma de voluntades libres. Yo (y todo el marxismo) me opongo a esa idea. Sería admitir que no existen los condicionantes materiales o que no se construye nuestra personalidad en base a interacciones sociales.
— Manu Cabello (@ManuCbll) 11 de marzo de 2018
Nuestra libertad está condicionada por nuestra posición en la estructura social (ser hombre/mujer, pobre/rico) y por la cultura con la que hemos interaccionado. Nuestra libertad se configura dentro de un marco prefigurado por la sociedad y los sistemas de poder.
— Manu Cabello (@ManuCbll) 11 de marzo de 2018
Una libertad plena (liberalismo) implica una responsabilidad plena (solo tú eres responsable si robas). Una libertad condicionada, implica unas ✨responsabilidades compartidas✨ (el sistema genera pobreza, y ello hace que la gente esté mas predispuesta a robar)
— Manu Cabello (@ManuCbll) 11 de marzo de 2018
Esto último no implica desresponsabilizar a los criminales (son compartidas) pero sí asumir q los fallos estucturales del sistema q sostenemos todos y todas han condicionado la vida d los mismos de forma negativa para el interés general. De esta lógica nace la reinserción social.
— Manu Cabello (@ManuCbll) 11 de marzo de 2018
La cosa es que el 💩populismo punitivo💩 busca crear un sistema penal basado en la retribución, que es el sistema propio del pensamiento basado en que las responsabilidades son individuales, puesto que las libertades individuales son plenas.
— Manu Cabello (@ManuCbll) 11 de marzo de 2018
De esta forma se crea un elemento material que “enseña” a la sociedad que sus teorías son “la realidad”. Es una forma de pedagogía muy sutil y efectiva. Nos meten en marcos cognitivos desfavorables a lógicas emancipadoras. Nada es casual, chavales.
— Manu Cabello (@ManuCbll) 11 de marzo de 2018
Sé que me ha quedado un hilo un poco dificil de seguir y algo pedante, pero, sinceramente, no tengo las herramientas de pedagogía necesarias para simplificar lo que quería decir y el tema tampoco es sencillo. Espero que sea útil. pic.twitter.com/FdLFm37Cjd
— Manu Cabello (@ManuCbll) 11 de marzo de 2018