Este es el drama diario que viven muchos invidentes con sus perros guía
En la Jungla. Para algunas personas, los perros son no solo un compañero, también son sus ojos. Algunas personas, sin embargo, les dificultan la vida con su actitud hacia los animales.
13 junio, 2018 14:18Los perros son algo fundamental en la vida de muchas personas, para quienes son caso casi como hermanos o hijos. Pero para algunas personas son algo todavía más importante: son sus ojos, sus guías, quienes les indican cuándo cruzar una calle o cuando esperar.
Sin embargo, hay gente que no soporta los animales, algo en lo que están en su completo derecho, pero eso en muchas ocasiones puede entrar en conflicto con la necesidades de, por ejemplo, los invidentes, que en muchas ocasiones se encuentran con situaciones que les dificultan mucho una vida normal.
Legalmente, quien necesite de perros guía tienen derecho a acceder con el animal a cualquier lugar -exceptuando algunos como quirófanos-. Juan, un invidente de Barcelona, ha explicado una de estas situaciones que quienes no lo sufrimos deberíamos entender.
Esta tarde me ha sucedido algo con un taxista en Barcelona que me tiene muy cabreado, y que no es, ni mucho menos, la primera vez que me ocurre. Abro hilo.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Mi mujer y yo somos ambos ciegos, y tenemos sendos perros guía. La ley en España es clara al respecto. Un perro guía puede acceder a cualquier espacio, salvo quirófanos y unidades de cuidados intensivos.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Esto, por supuesto, incluye a los taxis, que no pueden negarse a llevarnos. https://t.co/fMZbc8WTQe
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
No os exagero si digo que lo que me ha pasado hoy, nos ha ocurrido más de una docena de veces desde que tenemos a nuestros perros; y hoy, ha sido la gota que ha colmado el vaso de mi paciencia.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Esta tarde pedí un taxi por la aplicación de @mytaxi_es. Un taxista me aceptó el servicio, y cuando yo acababa de bajar, me llamó para concretar el punto de recogida.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
- ¡Hola! ¿Has pedido un taxi? -Me dijo.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
- Sí, estoy aquí abajo, seguro que podrás verme. Estoy frente al restaurante de la esquina.
Tras un segundo de silencio (en el que supongo que me vio junto a mi perro), me colgó el teléfono, y acto seguido, escuché cómo salía de allí a toda pastilla. A los cinco segundos, me apareció la notificación de "Su conductor ha cancelado el servicio".
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Tras un segundo de silencio (en el que supongo que me vio junto a mi perro), me colgó el teléfono, y acto seguido, escuché cómo salía de allí a toda pastilla. A los cinco segundos, me apareció la notificación de "Su conductor ha cancelado el servicio".
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Le llamé para preguntarle que qué había pasado, y me colgó. A la segunda, me cogió y tras intentar inventarse una excusa peregrina de que estaba en la calle equivocada y no sé qué tonterías más, me dijo: "No hablo bien español". Y me volvió a colgar.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Le llamé para preguntarle que qué había pasado, y me colgó. A la segunda, me cogió y tras intentar inventarse una excusa peregrina de que estaba en la calle equivocada y no sé qué tonterías más, me dijo: "No hablo bien español". Y me volvió a colgar.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Después de eso, le he llamado como diez veces y ya no me ha cogido el teléfono.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Me sentí impotente, pues las repetidas quejas a mytaxi_es parece que no han servido de nada, porque esto pasa una y otra vez, y os confieso que mi paciencia llegó a su límite.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Por resumir, han sido ya muchas las veces que nos ha ocurrido lo mismo, tanto solo, como con mi mujer o con amigos.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
La que más recuerdo porque es la que más me dolió, fue cuando a mi mujer, en pleno invierno y al salir del pediatra con nuestro hijo de poco más de un año y enfermo de bronquitis, un taxi la dejó tirada de la misma manera estando en plena calle.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Así que esta vez, cometí la imprudencia de publicar en Twitter el teléfono del taxista, diciendo que a ver si la gente podía llamarle para recordarle la dichosa ley.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018
Eso sí, cometió un error muy grande en un momento de furia, que fue publicar el número del taxista en sus redes sociales. Por suerte, recapacitó rápido y lo eliminó.
No quiero promover el acoso ni mucho menos, solo quería que de una vez por todas se entienda que los perros guía no son mascotas. No los llevamos por capricho. Son nuestros ojos y nuestros fieles compañeros de fatiga.
— Juanjo (@kastwey) 12 de junio de 2018