Se niegan a enterrar a su hijo a la espera de su resurrección

La familia de César Alexis Blanco, un joven venezolano de 19 años que residía en Cali (Colombia) y que fue asesinado el pasado 10 de diciembre, se niega a enterrar su cuepo porque confían en que resucite al noveno día. Por eso, sus seres queridos permanecen desde entonces rodeando el féretro en un velatorio que ya ha empezado a molestar a sus vecinos.

El joven, que se dedicaba a la venta ambulante de dulces, murió tiroteado. Su padre, Julio Blanco, que pertenece a una corriente religiosa denominada Cueva de Adulam, ha asegurado a varios medios de comunicación del país que Dios le había hablado para que esperasen la resurrección de su hijo: "el Señor quiere hacer algo con él y es su voluntad".

"Como siempre, los cristianos hacemos un culto, pero en este caso Dios nos dijo que va a hacer algo mayor, que va a levantar al muchacho porque se va a glorificar acá, va a hacer algo tremendo acá", manifestó. En un principio, el cuerpo de César iba a ser enterrado siguiendo los tiempos habituales, pero han decidido hacer un acto de fe y esperar a ver si se obra el milagro siguiendo las recomendaciones de una persona de la iglesia a la que asiste.

Enfado en el vecindario

Este velatorio inusualmente largo ha alarmado a las personas que viven en el entorno de la vivienda familiar de los Blanco, que han puesto el caso en conocimiento de las autoridades de Cali. La Policía se ha desplazado hasta la casa para comprobar el estado del cuerpo y analizar si supone una amenaza para la salud pública.

El comandante de la policía del sector, Juan Guerrero, señaló que por el momento no hay motivo para la alarma y, por lo tanto, no están cometiendo un delito. Eso sí, han puesto el caso en manos de la Fiscalía y la Secretaría de Salud, instituciones encargadas de tomar una decisión sobre el caso.