Nadie sabía a ciencia cierta qué iba a ocurrir. Durante los meses previos a aquel 23 de abril del año 2000, Telecinco se había encargado de bombardearnos con misteriosos anuncios que funcionaron como un cebo perfecto. El objetivo de una cámara con un ojo humano en su interior, aquella sintonía que te preparaba para la épica y la aparición en escena de una comunicadora respetada en todo el país, Mercedes Milá, que se haría cargo del programa. España se preguntó qué era aquello de Gran Hermano y se sentó en el sofá para descubrirlo.
Diez personas anónimas habían aceptado un encierro voluntario que, en el mejor de los casos, podría llegar a durar un total de 90 días. Habían accedido a que las cámaras recogiesen todos sus movimientos, pero no se imaginaban que entrarían en los hogares españoles hasta tal punto que algunos acabaron por convertirse en un miembro más de la familia. Veinticuatro horas de vida en directo, resúmenes diarios, galas semanales... Nadie pudo escapar entonces al efecto de 'la vida en directo', que se colaba en todas las conversaciones.
Ahora, 19 años después de la entrada de Ismael, Iván, Ania, Silvia, Israel, Marina, Jorge, María José, Vanesa y Nacho, toca repasar algunos de los momentos más recordados de un formato que todavía goza de buena salud televisiva casi dos décadas después de su estreno, que supuso toda una demostración de 'efecto 2000':
Aquella primera casa, ubicada en Soto del Real y reconocible por aquel cuadro de Las mil y una noches de Henri Matisse, tenía 29 cámaras grabando a sus concursantes. Su lema, 'Bienvenidos a la vida en directo', caló tan hondo que siete de cada diez españoles vieron algún momento de la final. Una media de nueve millones de personas estaban al otro lado cuando el ganador se montó en helicóptero para llegar a plató.
Y, a pesar de que Ismael Beiro se ganó el premio y el corazón de los espectadores, los momentos más recordados fueron los que protagonizó Jorge Berrocal cuando expulsaron a su pareja, María José Galera:
La segunda edición del programa fue la de Carlos Navarro, El Yoyas, sin discusión alguna. Su actitud llegó a motivar una investigación del Senado sobre si el show promovía la violencia. Su relación con otra concursante, Fayna Bethencourt, ha terminado en varias imputaciones por malos tratos:
En la tercera, las peleas entre Raquel y Patricia, esta última novia de Kiko Hernández, protagonizaron buena parte de la edición:
Fresita, cuyo verdadero nombre es Nuria, ganó GH5 y también un hueco en la historia de la televisión de nuestro país:
Su compañera de edición Aída Nízar, aquella mujer que hablaba de sí misma en tercera persona, consiguió llevarnos al surrealismo más intenso con aquella frase lapidaria: "Dios mío, ¿por qué me hiciste así, tan diferente?":
¿Alguien supo alguna vez dónde demonios estaban los papeles de la paella que buscaba Nicky de Bea la legionaria?
Inma, la embajadora del chonismo patrio en GH7:
Indhira, Arturo y el ataque de celos:
El perfecto español de Tatiana, la rusa de GH11:
Argi y ETA, un combo peligroso en Gran Hermano:
Maite Galdeano y "Ché, documentación":
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