Hay una corriente dentro del diseño que no puede dejar de darle vueltas a los trozos de tela para idear una prenda que sea capaz de cumplir con varias funciones y cree una nueva categoría de producto. Estas ideas han dado pie a mitos virales como la batamanta.
Ahora hemos conocido a su primo hermano que llega justo para el cambio de estación: el towelkini, que une dos elementos tan dispares y que a la vez van tan de la mano como la toalla y el traje de baño.
Y es que todo el mundo ha estado disfrutando de un baño en la playa con un ojo puesto en la toalla, no vaya a ser que un desaprensivo le dé por robárnosla -como si fuese un alijo de diamantes-. Además, cargar con ella puede ser un engorro si quieres irte a dar un paseo. Así que nada como convertirte en tu propia toalla.
El Towelkini ha sido creado por Aria McManus, una diseñadora que hace unas semanas fardó del éxito de su prenda cuando esta comenzó a viralizarse en algunos medios británicos. La calificaron de "bizarra" y "extraña", como no podía ser de otra manera.
"Algunos la han parodiado, pero solo me quedan unas pocas en rosa y en dorado", explicaba en su cuenta de Instagram. Eso a pesar de que muchos usuarios lo critican porque no te pones moreno y puede dejar unas marcas
Aunque no dio cifras de ventas, parece claro que en la red hay suficientes personas dispuestas a pagar 200 dólares por esta batamanta playera. "Ya no necesitas llevar una incómoda toalla y un traje de baño fácil de perder", explica la creadora en su página web, sin dar más detalles de cómo, exactamente, pierde su traje de baño.
Existen dos tallas, la grande, cuyo precio es de 199 dólares y es para personas adultas y la versión mini, con lo que puedes parecer un pequeño idiota por sólo 79,99 dólares.
Solo queda desear que Loulogio lo vea y decida salir de su retiro espiritual y se curre un vídeo que convirtió a la batamanta en un icono de la cultura popular moderna.
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