Cuando rememoramos alguna de nuestras meteduras de pata, aunque hayan pasado años, seguimos llevándonos las manos a la cara en señal de vergüenza. Pocas cosas nos dan tanta rabia que vernos envueltos en situaciones embarazosas por nuestros propios méritos, cuando somos nosotros y no los demás los que llevamos el cartelito de hazmerreír.
Lo cierto es que para el resto de la humanidad, los ridículos que protagonizamos suelen ser hilarantes. Siempre que no estamos nosotros en el meollo nos morimos de la risa imaginando la situación y, por eso, cuando nos sentimos generosos, tarde o temprano acabamos confesándonos y compartiendo con los nuestros aquel día que dijimos o hicimos algo por lo que quisimos que nos tragara la tierra.
Carlos Catena Cózar (@carloscatenac) ha tenido la generosidad de compartir su bochorno con el resto de la humanidad a través de las redes sociales, confesando que llevaba 12 horas "colorao de la vergüenza". Acababa de echar una cabezadita mientras volaba cuando una azafata se acercó hasta su asiento y ocurrió lo peor:
La confesión de su metedura de pata en el avión, que acumula más de 11.200 retuits, ha servido a este intérprete de conferencias, traductor y poeta para difundir su libro. Un premio más que merecido por las risas que ha contagiado a miles de personas:
Además ha generado un curioso efecto y es que muchos mete patas profesionales han salido a la palestra para entonar el mea culpa y compartir sus anécdotas:
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