El pasado mes de mayo el Ministerio de Sanidad recordó a las farmacias que la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos de julio de 2006 prohibía la dispensación de ibuprofeno de 600 miligramos sin receta, uno de los imprescindibles en los botiquines de los españoles. Después de este toque de atención, los colegios farmacéuticos comenzaron a impulsar campañas para concienciar sobre su venta.
Pues bien, en este contexto, cuando todavía al grueso de los ciudadanos les cuesta entender que el ibuprofeno de más de 400 mg tienen que comprarlo con receta, un tuitero ha presumido de haberlo conseguido sin ella después de presionar a una farmacéutica de Valencia saltándose la normativa y consiguiendo, con su relato, que "Espidifen" estuviese en lo más alto de las tendencias.
El hombre compartió su hazaña explicando todos los detalles en un hilo de Twitter en el que incluyó una foto suya con la caja del medicamento: "Y así, amigos, es como he conseguido sin receta esta caja de Espidifen", explicaba. Con lo que seguramente no contaba el hombre es que, lejos de ovacionarlo, la red social se le echó encima de tal manera que ha terminado por borrar el hilo y no dejar ni siquiera rastro de su perfil.
"Si me prometes que te vas, te vendo una caja"
El tuitero, del que solo diremos que se llama Rafa para no contribuir al linchamiento, relató su "historia real" desde que se presentó en la farmacia y pidió una caja de Espidifen. "No puedo darte ibuprofeno de 600 mg sin receta; pero puedo darte Espididol, que es lo mismo, pero de 400 mg", le replicó la farmacéutica.
No contento con la respuesta, preguntó si se podía comprar ibuprofeno sin receta y ella reiteró que sí, pero de menos de 600 y como máximo de 400 miligramos. "Pero si antes me tomaba uno de 600 mg y ahora me tomo dos de 400 estoy tomando más que antes", reflexionaba Rafa añadiendo que la profesional le aseguró que se había tomado esta decisión porque había gente que "se tomaba dos de 600 miligramos".
El tuitero volvía a la carga para insistir en que "tres de 400 mg es la misma cantidad que dos de 600 mg", con lo que la medida "no tiene mucho sentido". Continuó rebatiendo a la farmacéutica en materia de tamaño de las cajas o el límite de unidades que se pueden comprar sin receta: "Suponga que yo quiero comprar muchas cajas de ibuprofeno de 400 mg, ¿podría?". Ella le preguntó que cuántas serían y él, llevando el razonamiento al límite, dijo que "un palet de tamaño europeo estándar".
Esa cantidad supondría, "a ojo unas 1.600 cajas de Espididol, 100 arriba, 100 abajo", señaló. La boticaria dijo que podría ser y él, resumiendo, le espetó: "Para que yo lo entienda. Puedo comprar 1.600 cajas con 20 pastillas de 400 mg cada una... que son 8 gramos por cada caja para un total de 12,80 kilos de ibuprofeno; pero no me dais una caja de Espidifen porque van en sobres de 600 mg, ¿es así?".
La pobre mujer, suponemos que harta de tanta palabrería que a ella le importaba poco o nada, accedió a venderle la dichosa caja de Espidifen, "si me prometes que te vas". Es más, según el relato de Rafa, la farmacéutica añadió: "Si me prometes que no vuelves nunca más, te la regalo". Con su foto junto al trofeo en forma de caja de pastillas sin receta culminaba el hilo nuestro héroe.
Chorreo en Twitter
El relato de Rafa se hizo viral en cuestión de horas, pero en vez de recibir aplausos se llevó el abucheo de las redes. Primero, se topó con las explicaciones de expertos sobre sus cábalas acerca de los gramos:
Pero también fue acusado de "cansino" e, incluso, de provocar que la farmacéutica se saltara la normativa por su culpa y se expusiera a una sanción:
Por el momento suponemos que Rafa no va a volver a activar su cuenta de Twitter en un tiempo y, cuando lo haga, quizás se dedique a tuitear cosas menos épicas.
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