"Que sea algo nuevo, un juguete y un chocolate". Esos eran los tres deseos de aquel niño que en los noventa despedía a su madre en la puerta en el anuncio de Ferrero. Aquella señora comprobaba tiempo después que un huevo Kinder cumplía todas las exigencias de su hijo, pero la segunda de ellas está detrás de que ningún chaval estadounidense haya probado esta chocolatina en su país.
El dulce es ilegal en Estados Unidos por uno de los artículos de la Ley de Comida, Medicamentos y Cosmética en vigor desde 1938. Que un niño pueda tragarse el regalo que viene en su interior es el principal motivo. La legislación, que pudo ser menos exigente en el pasado, se endureció en 1998, tal y como recoge The Independent.
Fue entonces cuando Nestlé intentó introducir en el mercado un dulce similar y la marca Mars, que no quería más competencia en forma de chocolatina, presionó al Gobierno para que prohibiera expresamente todos los productos que llevasen juguetes en su interior.
El mayor problema es que la sorpresa no se ve cuando quitas el envoltorio, y alguien (con la boca enorme, eso sí) podría tragarse todo de golpe. De hecho, sí se vende un producto parecido porque su interior es parcialmente visible.
12.000 dólares de multa
Entre lo surrealista de la prohibición y el desconocimiento de la norma imaginamos a los agentes de Aduanas poniéndose hasta arriba de huevos Kinder, porque llegan a incautar unos 25.000 anuales cuando los inocentes viajeros intentan introducirlos en Estados Unidos. Aunque la mayoría de los casos no van más allá de la requisa, sí hay constancia de cuantiosas multas.
En 2014, según la información recogida por KOMONews.com, Brando Loo y Christopher Sweeney viajaron a Vancouver y se traían de vuelta algunos huevos Kinder de regalo. No solo pasaron 3 horas en un centro de detención, sino que se los quitaron todos y les advirtieron de que podrían tener que pagar una multa de 2.500 dólares por huevo, unos 2.279 euros.
Además, en el mencionado artículo de The Independent, se hacen eco del testimonio de una pareja estadounidense que había comprado 10 huevos en Canadá para dárselos a sus hijos en Pascua. Se los confiscaron en el departamento de Aduanas y Fronteras y les multaron con 1.200 dólares por huevo. O sea, un total de 12.000 dólares (casi 11.000 euros).
Trágico incidente en Francia
En Europa, los huevos Kinder están considerados seguros para el consumo porque advierten que no se deben suministrar a menores de 3 años; en niños mayores, el tamaño de los juguetes supuestamente no podría causar asfixia. Esto último ha tenido que ser cuestionado hace tres años por la muerte de una niña en Francia.
Fue en 2016 cuando la pequeña, de tres años y medio, falleció en Toulouse asfixiada por el juguete que venía en el interior de un huevo Kinder, tal y como confirmó su autopsia divulgada entonces por la Policía francesa. Sin embargo, la empresa no dejó de comercializarlos.
En junio del mismo año se prohibieron en Chile por expreso deseo del Gobierno. En paralelo, también se modificó el Happy Meal de McDonalds. Fue la consecuencia de la entrada en vigor de la ley que buscaba frenar la obesidad infantil, que afectaba al 9,5 % de los niños menores de 5 años.
Armas sí, chocolate no
La polémica por la prohibición de los huevos Kinder en Estados Unidos fue en 2012 el motivo elegido por una ONG para su campaña contra las armas. Moms demand action for gun sense in America -Madres que piden actuar con sentido común con las armas en EEUU- difundió unos carteles con las fotografías de dos menores.
Una de ellos sujetaba un rifle y el otro un huevo Kinder, acompañados del texto: "Uno de estos dos niños tiene algo en sus manos que se ha prohibido en EE.UU. para protegerlos. Adivina cuál".
Lo cierto es que, viéndolo así, es toda una paradoja.
[Más información: Polémica por la sorpresa 'del Ku Klux Klan' en los huevos Kinder]