El artista catalán Albert Pla ha sido tendencia esta semana por una acción reivindicativa que llevó a cabo a las puertas del Congreso de los Diputados, donde se plantificó con una pancarta para reclamar controles de alcoholemia y drogas para sus señorías. El músico publicó una fotografía del momento en sus redes sociales y no tardó en hacerse viral.
Junto a su imagen frente a la Cámara, Pla argumentaba lo siguiente: "¿Tres euros el gin-tonic en el Congreso? Si para conducir no se puede tomar alcohol ni drogas por responsabilidad, imagínate para dirigir un país y tomar decisiones que afecten a todos". Su crítica recibía en Twitter cerca de 30.000 me gusta y más de 11.500 retuits en poco tiempo.
No obstante, aun entendiendo el hastío que en este momento puede sentir el propio Pla y la sociedad española por la clase política, debemos ponerle un pero a la reivindicación del músico y es que, actualmente, ya no se venden gin-tonics en la cafetería del Congreso.
Cinco años de polémicas
Fue en 2013 cuando España entera se indignó sobre manera al saber que los parlamentarios pagaban sus gin-tonics a 3,45 euros cuando lo habitual en la calle era desembolsar unos 10 euros por una copa. La diferencia, además, la estábamos pagando todos los ciudadanos porque, cabe recordar, las consumiciones allí están subvencionadas por el Estado.
La polémica llegó a tales extremos que, al año siguiente, los cubatas subieron de precio para los diputados. Pero la cosa no se quedó ahí y en el pliego del concurso del servicio de restauración de la Cámara Baja que aprobó en 2018 la Mesa del Congreso, el que está en vigor actualmente, las bebidas espirituosas habían desaparecido por completo.
Es cierto que aquellos que lo deseen siguen pudiendo tomar alcohol, pero de menor graduación. Eso sí, con precios también inferiores a los del mercado. Así, por ejemplo, una caña les cuesta 0,96 euros, un botellín de un tercio de litro 1,44 y una lata de cerveza 1,03 euros. Además, pueden pedirse una copa de vino blanco o rosado por 1,19, una de tinto por 1,90, una copa de sidra por 1,19 y un tinto de verano por 1,50 euros.
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