Cuando Pedro Sánchez había declarado a las peluquerías servicios esenciales sabía de lo que hablaba. Pero claro, el país se le echó encima y los salones de belleza también permanecen cerrados durante la cuarentena. Ahora, cuando vamos camino de los dos meses de confinamiento, visitar a nuestro peluquero está entre la lista de prioridades para cuando nos dejen salir de muchas personas.
Y es que el despiporre estético ha sido máximo: flequillos irregulares, raíces kilométricas pidiendo tinte a litros, quemaduras de cera en el bigote y buena parte del género masculino rapándose el pelo como si no hubiese un mañana con dispar resultado. Famosos como Cristiano Ronaldo, Íker Casillas, Maluma, Ricky Martin o Dabiz Muñoz han caído en la tentación de blandir la maquinilla, pero no han sido los únicos.
Basta con hacer una pequeña búsqueda en Twitter para comprobar que la osadía es universal y no tan anónima como debería:
Y que tampoco entiende de géneros, que todo hay que decirlo:
Dos valientes al habla
Como una tiene pelo para dos cabezas y suficientes rizos como para camuflar cualquier tijeretazo no me considero lo suficientemente valiente para dar mi testimonio a pesar de llevar años cortándome flequillo, capas y puntas, así que le he preguntado a dos de mis osados amigos que también han caído en la tentación de raparse durante estas semanas.
Uno de ellos, Pablo Galego, reconoce que la longitud de su pelo "ya me estaba dando TOC", así que lió a su hermano pequeño para convertirse en peluquero por un día. "El único precedente que había de algo parecido fue hace tres años, cuando unos amigos me raparon la cabeza durante una fiesta", recuerda.
Esta vez la nocturnidad ha quedado a un lado y su hermano ha sabido apañárselas con la máquina recortadora de afeitar que han usado. ¿El resultado? "Los primeros días no me veía muy bien, pero tampoco me iba a ver mi novia. Ahora mejor", dice Pablo. Conviene recordar en este punto que está soltero y que, admite, no se ha dejado guiar por un tutorial.
Sergio Sande, el segundo en discordia, ha sido más sensato y ha acudido a vídeos de profesionales. "La primera vez me ayudó mi pareja, pero el otro día encontré un tutorial y lo hice yo solo con la máquina de cabezal graduable. Me llevó más de una hora entre ir igualando, agarrando el espejo... Pero quedó bastante bien, bastante decente. Además, como no me va a ver nadie más que en la compra...", bromea.
En su caso, su puesto de trabajo le obliga a permanecer con el pelo al cero, así que la cuarentena le ha brindado la oportunidad de dejarlo crecer y "sentirme mejor conmigo mismo. Fue genial tenerlo más largo y tener barba para poder cortármelo a mi estilo y a verme más guapo". Para que veamos que no todas son desventajas en estos tiempos.
Los consejos del experto
El barbero Diego Velasco, al frente de Maonz BarberShop, cuenta con más de 44.000 seguidores en su canal de YouTube. Sus vídeos durante estas semanas están cobrando una relevancia mayor de la habitual porque muestra cómo cortarse el pelo a la moda sin parecer un cuadro:
Para muchos estos podrían ser los 15 minutos mejor invertidos de sus vidas.
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