El domingo era la prueba de fuego. Niños y niñas menores de 14 años saldrían por primera vez a la calle a pasear después de más de un mes de confinamiento a causa de la crisis sanitaria. No se podía prever qué es lo que iba a ocurrir a ciencia cierta, pero sabíamos que íbamos a asistir a una polémica seguro, pasase lo que pasase. Y así ha sido, las redes sociales han ardido.
Las familias llevaban semanas reclamando que sus hijos pisasen las calles nuevamente esgrimiendo principalmente motivos de salud, como la falta de luz natural en el interior de las viviendas donde estaban confinados. Cuando las cifras de contagios y fallecimientos empezaban a menguar, el Gobierno recogió el guante y, aunque en un primer amago cabreó todavía más a los padres, finalmente les ha abierto la puerta este domingo y algunos comportamientos han dejado mucho que desear.
Las normas estaban bastante claras y parece que una mayoría las ha cumplido, pero también ha habido quien se lo ha tomado con más relajo. Así, diversas fotografías y vídeos que empezaron a circular por las redes sociales junto a los informes puntuales de la policía de balcón, terminaron por crispar a la gente y desatar lo que algunos padres y madres han terminado por llamar "niñofobia".
Pocas fotos y muchos retuits
Los adultos sin hijos mirábamos atónitos cómo algunos paseos marítimos españoles se habían convertido en un jolgorio y nos preguntábamos si Pedro Sánchez después de ver las mismas imágenes que nosotros nos castigaría sin poder salir a dar nuestro ansiado primer paseo el día 2 de mayo como prometió. De hecho, incluso Fernando Simón, en su comparecencia de este lunes, admitió que algunas situaciones le habían generado "preocupación" y dio un tirón de orejas a los padres.
Parte del personal sanitario también asistía incrédulo a la secuencia de fotografías que mostraban esa primera salida infantil, preguntándose si esa gente que estaba pasando de todo era la misma que les aplaudiría después en el balcón a las ocho de la tarde. Con la frustración creciendo y los medios de comunicación multiplicando las imágenes, tres tendencias se colocaron en el podio de Twitter durante horas.
Una primera, que tildaba de "irresponsables" a las familias:
Un segunda, que se refería a los "niños en la calle" para dar todo tipo de detalles y broncas:
Y la más desafortunada de todas, la que les increpaba llamándoles "subnormales":
Se habrán fijado en que las imágenes de las familias que se están tomando a la ligera las medidas son las mismas. Un puñado de fotografías que se repiten en varios tuits y que, en su mayoría, están tomadas en grandes ciudades. No en municipios más pequeños y con una densidad de población menor que permite salir a la calle manteniendo más fácilmente la distancia de seguridad.
En todo caso, parece claro que la culpa no es de los niños:
Aunque muchos crean que se está creciendo en nuestra sociedad lo que han venido a llamar niñofobia:
Denuncias y perspectiva
En este precioso caldo de cultivo que nos aderezó el domingo y buena parte del lunes, la aplicación SocialDrive ha publicado un balance de las denuncias que se han registrado en su plataforma durante el primer día de la salida de menores. La app, dedicada al estado del tráfico, ha tenido que reinventarse desde que comenzó la restricción de movilidad y se las ha ingeniado para ayudar a transportistas y también para avivar la polémica en otra de sus facetas.
Y es que el canal, en el que normalmente sus más de 3 millones de usuarios alertaban de las incidencias o los controles, se ha convertido en el foro de los conocidos como policías de balcón. Si ya venían registrándose denuncias señalando el supuesto incumplimiento de las medidas de confinamiento, este domingo los señalamientos apuntaban directamente a las familias.
Unos 319 reportes en toda España que se concentraron mayoritariamente en los tramos de 11:00 a 15:00 horas. Desde SocialDrive han querido difundir los datos de una manera más accesible y con la colaboración de Carto han elaborado este mapa con todas las observaciones derivadas de la "irresponsabilidad" de los padres, explican los responsables de la aplicación:
No obstante, después de ver las mismas imágenes hasta la saciedad y darnos cuenta de que no se correspondían con la realidad que podíamos constatar con el simple gesto de abrir nuestra ventana y mirar a la calle, muchas voces se han alzado para explicar que quizás las fotografías estaban siendo confusas por la óptica empleada y el juego con la perspectiva.
Es decir, que la forma en la que estaban tomadas acortaba la distancia entre personas, como se explica en estos ejemplos:
Con todo, siempre se agradece que la gente siga conservando el humor y que canalice a través de él la frustración de una situación tan complicada como la que estamos viviendo:
Y es que lo que sí está claro es que desde el odio y la denuncia detrás del visillo parece que no vamos a construir nunca nada bueno.
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