La historia tras la fotografía usada para criticar la protesta del barrio de Salamanca

Ya se le conoce como la rebelión de los ricos y está protagonizada por decenas de vecinos del madrileño barrio de Salamanca que han desafiado durante varias jornadas al estado de alarma celebrando sus protestas diarias. Sus concentraciones enarbolando banderas de España y clamando contra la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez han llenado las redes sociales de fotografías y vídeos que se repiten en bucle.

Sin embargo, no todas las imágenes que se están compartiendo hasta la saciedad son veraces. Alguna, como la que nos ocupa, ni siquiera es actual y tampoco está tomada en Madrid, sino en Buenos Aires. Lo cierto es que su composición es tremendamente icónica e invita a la reflexión: una mujer aparentemente adinerada coge del brazo a su empleada de hogar mientras ésta golpea una cacerola en mitad de la protesta.

Una imagen que rezuma clasismo y que muchos no han dudado en rescatar para arremeter contra los manifestantes de Madrid por su condición de "pijos". Tomada por cierta, el bulo se ha compartido miles de veces, algunas acompañada de chascarrillos como este:

No obstante, como explicamos anteriormente, no se trata de una fotografía de las caceroladas en Núñez de Balboa, sino que tiene al menos 12 años y está hecha en la plaza de Mayo de Buenos Aires, en Argentina. Así lo han verificado desde Newtral, después de haber rastreado su origen hasta el 25 de mayo de 2008, aunque podría ser incluso anterior.

El diario Página 12 ya incluía en esta pieza sin indicar autoría y con el siguiente pie de foto: "El Partido del Campo. Con la mucama al cacerolazo". Mucama es como se le llama en Argentina y otros países sudamericanos a las empleadas del hogar o personal encargado de la limpieza en hoteles y hospitales.

Cuatro años más tarde la fotografía vuelve a aparecer en este blog de El País sobre Argentina. Acompaña a un artículo donde se explica el origen de las caceroladas en el país y se remonta a la crisis de 2001 que acabó con la renuncia del entonces presidente Fernando de la Rúa. La recordarán porque su desencadenante fue la imposición del Corralito el 2 de diciembre, cuando el Gobierno empezó a restringir la retirada de dinero en efectivo de los bancos.

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