No es la primera vez (y nos tememos que tampoco será la última) en la que se enzarzan el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, y el secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea. Para la posteridad queda la mofa del primero hacia el acento murciano del popular o la acusación del segundo sobre la "incoherencia" del líder de Podemos: "Van de las barricadas a las mariscadas".
Ahora tendrán que hacer una muesca más en sus cinturones después del prominente zasca que ha lanzado García Egea aprovechando la coyuntura política en la que está inmerso Iglesias después de que el juez de la Audiencia Nacional e instructor del caso Tándem, Manuel García-Castellón, haya elevado a la Sala Penal del Tribunal Supremo una exposición razonada a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL asegurando que existen indicios de criminalidad contra él.
El juez considera que Iglesias pudo haber cometido varios delitos, como el descubrimineto y revelación de secretos con agravante de género, daños informáticos, denuncia falsa y simulación de delitos en relación con la filtración a la prensa de mensajes comprometedores para él guardado en la memoria del móvil de su antigua asesora, Dina Bousselham.
"En mi escaño, mi aforamiento"
En concreto, García Egea ha buceado por la hemeroteca para rescatar el tuit que Iglesias escribió un 14 de septiembre de 2016, cuando la exalcaldesa de Valencia, Rita Barberá, comunicaba su baja del Partido Popular aclarando que no dejaría de ser senadora. Tomaba la decisión, presionada por la dirección del propio PP, un día después de que el Supremo abriese causa contra ella por un presunto delito de blanqueo de capitales.
Esto es lo que puso entonces Iglesias en su cuenta de Twitter:
Recordemos que el 20 de octubre de ese mismo año, el Supremo la citó para declarar como imputada por el presunto blanqueo que habría hecho en su época como regidora y ella compareció el 21 de noviembre. No obstante, no pudo ser juzgada porque dos días después falleció tras sufrir un infarto en un hotel de Madrid.
García Egea, precisamente, saca a colación que Barberá "murió sin poder defenderse" y ataca a Iglesias por "aferrarse al escaño mintras falta a la ejemplaridad en muchos aspectos":
Cierto es que la principal diferencia entre Iglesias y Barberá es que el primero no está, al menos por el momento, imputado en la causa.