Aquello de que la venganza se sirve fría es cierto, al menos, en el caso que nos ocupa. La activista sueca Greta Thunberg se ha desquitado dedicando un tuit a Donald Trump para vengarse de él un año después de que el hasta ahora presidente de los Estados Unidos la hubiese dejado en ridículo delante de sus seguidores.
Recordemos que el pasado mes de diciembre, cuando la revista Time concedió a la activista por el cambio climático el premio a la Persona del Año, Donald Trump tuiteó lo siguiente: "¡Qué ridículo! Greta tiene que trabajar en su problema de control de la ira y luego ir a ver una buena película pasada de moda con una amiga. ¡Tranquilízate, Greta, tranquilízate!".
Tiempo después borraría el mensaje, pero en la era de las capturas nada se pierde:
Greta encajó la mofa de Trump con deportividad. De hecho, llegó a cambiar su biografía de Twitter para poner "soy una adolescente trabajando en su problema de control de la ira. Actualmente me relajo viendo una buena película con un amigo". Pues bien, al parecer la activista se la tenía bien guardada al presidente y ha demostrado que su ironía sigue intacta un año después.
En mitad del recuento de votos de las elecciones de Estados Unidos, con un Trump desquiciado al ver cómo el poder se le escurre de entre los dedos y apelando al pucherazo, Greta ha visto el momento de lanzarle un dardo que acumula cientos de miles de reacciones en Twitter. Ocurría este jueves después de que el republicano compartiese su enésimo tuit delirante pidiendo que se parase de contar los votos:
Horas después Greta apretaba el botón de publicar para convertirse en la heroína de medio mundo: "¡Qué ridículo! ¡Trump debe trabajar en su problema de control de la ira y luego ir a ver una buena película pasada de moda con un amigo! ¡Relájate, Donald, relájate!", escribió.
El tuit de la activista acumula 38.000 comentarios, más de 400.000 retuits y más de 1,6 millones de 'me gusta'.