A la tortilla española le pasa lo mismo que a la paella: son dos símbolos de la gastronomía patria cuya receta hay que cumplir escrupulosamente para no provocar la ira de medio país. Sin embargo, no es la primera vez (ni será la última) que fuera de nuestras fronteras se empeñan en versionarlas con un más que dudoso resultado. Estas innovaciones pasan casi siempre por añadir ingredientes extra obviando que, precisamente, en su sencillez está el gusto.
En el caso de la tortilla la combinación es simple: patatas, huevos, aceite de oliva y sal. La cebolla es un ingrediente opcional para unos, repudiado por otros y condición sine qua non para los concebollistas acérrimos. Pero vamos, en resumidas cuentas se trata de cuatro o cinco alimentos que se conjugan para ofrecer uno de los mejores bocados que nos han regalado nuestros fogones.
Pues bien, esta semana se ha producido un nuevo ultraje gastronómico a partir de la receta original. De nuevo Tasty, el portal de vídeos de cocina, está detrás de las polémicas imágenes. La elaboración ha corrido a cargo de Brenda Blanco, quien ha querido acercar algunos de los platos más típicos de la cultura hispana, empezando por la tortilla española.
Un mejungue aberrante
La buena de Brenda —que afirma sin despeinarse que en España solo se come tortilla en verano— ya no empieza bien con el corte que le da a la patata en forma cuadrada, más típico para servir de acompañamiento a una carne asada, por ejemplo. No contenta con eso les echa pimienta antes de freírlas en la sartén con un aceite que, de primeras, tampoco parece de oliva.
Cuando estaban a medio freír, les ha añadido cebolleta y pimientos rojo y amarillo. Hasta aquí incluso podría tener un pase el asunto pensando que Brenda se habría decantado por la versión campesina de la tortilla, pero pronto descubriremos que no. Retira las verduras del fuego y las mezcla con el huevo batido para volver a echar la mezcla en la sartén.
Pero, ojo, que la sartén no tenía un fondito de aceite para evitar que se pegue, sino mantequilla. No obstante, eso no es lo peor:
La cocinera arroja la mitad de la mezcla y coloca encima varias lonchas de mozarela y jamón cocido antes de poner el resto encima y darle la vuelta. Vamos, que el resultado puede ser de todo menos tortilla española y, por supuesto, el detalle no ha pasado desapercibido en Twitter. Esta profanación, como la han definido algunos, ha encontrado su réplica en miles de comentarios de españoles indignados con el resultado:
La mayoría de las críticas se centran en recordar que la tortilla tiene muchos menos ingredientes y en pedir a Brenda, en clave de humor, que deje de cometer esos "crímenes culinarios".