La exresponsable de Cumplimiento Normativo de Podemos, la abogada Mónica Carmona, ha movido ficha este miércoles denunciando que Irene Montero y Pablo Iglesias utilizan de forma irregular como cuidadora de su hija pequeña a una asesora del Ministerio de Igualdad que cobraría más de 50.000 euros al año en su puesto público. En concreto, según el informe que ha emitido al juez que se encarga del caso Neurona y al que ha accedido Efe, la exdiputada de la formación morada por Ciudad Real, María Teresa Arévalo, se encarga de la pequeña desde que nació en agosto de 2019.
Carmona explica que recibió una denuncia "interna confidencial" en la que se asegura que Montero "utilizaba a una persona a sueldo del partido como cuidadora de sus hijos". Arévalo habría compatibilizado su trabajo como responsable de la Secretaría de Cuidados de Podemos con esas presuntas tareas de niñera, pero más tarde entraría a formar parte de Igualdad al ser nombrada jefa de gabinete adjunta.
En el informe, Carmona no identifica a la persona que le habría dado el soplo; pero añade que Montero, su hija y Teresa Arévalo se habrían desplazado "en el mes de octubre de 2019 a la ciudad de Alicante para participar en un acto de campaña electoral, dejando a la empleada de Podemos al cuidado de la niña, mientras la señora ministra intervenía en un acto de campaña".
La polémica está servida
Desde Podemos han afirmado que la acusación es "absolutamente falsa" y recuerdan que, después de haber archivado varias líneas de investigación, la causa se sustenta únicamente en un contrato suscrito con la consultora Neurona para las elecciones de 2019. Lo cierto es que, solamente con los datos que han trascendido de la denuncia de Carmona, no parece haber indicios para creer que Arévalo fuese una niñera pagada con cargo al partido o a las arcas gubernamentales.
Y es que simplemente podría haberse quedado a cargo de la niña en alguna ocasión, como lo haría cualquier persona cercana a la familia o como compañera que está ayudando en la crianza sin que eso signifique que su puesto esté orientado a esa tarea. No obstante, sabiendo que Irene Montero y Pablo Iglesias no son la pareja favorita de las redes sociales, es fácil imaginar que han ardido tras hacerse pública la denuncia.
Tanto el nombre de la ministra como el del Ministerio se han colado durante buena parte de la jornada entre la lista de tendencias de Twitter, donde hemos ido a pescar algunas de esas críticas para que se puedan hacer una idea de cómo se han cebado las redes con la pareja y esa presunta irregularidad que, insistimos, todavía no está probada:
De momento, al menos desde sus redes sociales, ninguno de los implicados se ha pronunciado, ni siquiera la propia Teresa Arévalo o el propio partido de Podemos.