Ahora parece tan lejano que cuesta invocar el tiempo anterior a la pandemia, cuando todo eran risas y memes; pero hace un año la opinión pública pensaba todavía que aquellos que se estaban preocupando por el coronavirus eran unos paranoicos. El alarmismo incipiente era motivo de burla e, incluso, nos sacábamos selfies con mascarillas ficticias que nos ponían los filtros de Instagram. Bendita inocencia.
En este contexto fue en el que triunfó la crónica que firmaba Lorenzo Milá desde Italia aquel martes 25 de febrero de 2020. Una aparición televisiva de la que se ha cumplido el primer aniversario cuando todavía estamos descendiendo la curva de la tercera ola y las mascarillas ahora no son filtros virtuales, sino terriblemente reales. Por eso, recordando la efeméride en esta tesitura hay quien ha querido cargar contra el periodista por no haber tenido una bola de cristal.
Recordemos que Los Desayunos de TVE que conducía Xabier Fortes contactaban en directo con el corresponsal, que estaba en Milán dando la última hora sobre la incidencia del virus en la región de Lombardía. Decíamos en La Jungla, en un artículo que titulamos entonces "la aplaudida crónica de Lorenzo Milá frente a la psicosis provocada por el coronavirus", que no se había dejado llevar "por la corriente alarmista que está arrastrando a la mayoría de cadenas de televisión".
"Más alarmismo que datos"
Milá estaba tranquilo en la conexión, afirmando que "los médicos no se cansan de repetirnos que estamos ante un tipo de gripe" y que afectaba "a personas con defensas bajas, con situaciones de salud precarias, como las personas mayores. Es lo mismo que ocurre con la gripe común". Señalaba que el problema era que no había "memoria vírica" ni vacuna, pero procuraba tranquilizarnos destacando que "tiene un índice de mortalidad bajísimo".
Insistía Milá en que "no podemos hablar de un virus terrorífico como puede ser el ébola", sino que "es un tipo de gripe del que se cura la gran mayoría de personas". En aquel momento, en Italia se registraban 231 contagiados y siete personas mayores fallecidas. "Esta es un poco la fotografía médica real que aquí los médicos no se cansan de repetir, pero que, chico, parece que se extiende más el alarmismo que los datos", concluía:
Solo una semana más tarde los contagios en Italia se habían multiplicado y el efecto dominó empezaba a arrastrar al resto de países europeos y el resto ya se lo saben. Por eso, después de un año de padecimientos, las palabras de Milá se han recordado con escarnio en Twitter hasta convertirlo en trending topic y, de paso, darle también algunos zascas a los personajes públicos que lo alabaron en el momento, como Pablo Echenique:
Cierto es que también ha habido muchos tuiteros que han salido en su defensa:
Escribíamos también en aquel artículo que la crónica de Milá "bien podría estudiarse el día de mañana en las facultades de periodismo como ejemplo de responsabilidad periodística en momentos de crisis". Quizás puedan arrojarnos tomates también ahora, pero no es menos cierto que al final el periodista hizo periodismo: preguntó a fuentes expertas, como científicos y sanitarios, y transmitió lo que éstos le contaron. No seremos nosotros tampoco los que matemos al mensajero.