Cómo nos gustan en La Jungla las historias de apropiación de eso que en un principio nacía como un agravio. Ya saben: de calificativos o símbolos que surgieron del odio, de la crítica, y acaban exibiéndolos con orgullo aquellos a los que se pretendía señalar. Esto es lo que ha ocurrido estos días con los tabernarios, los madrileños ayusistas a los que ha pretendido criticar el presidente del CIS, el socialista José Félix Tezanos.
En la recta final de la campaña, después de haber generado bastante polémica con los barómetros, Tezanos no renunciaba a su oportunidad de cuestionar a Isabel Díaz Ayuso. Así, en el número de mayo de la revista Temas, que él mismo dirige, ha tratado la cuestión de Madrid en un artículo que tiene su firma y en el que ataca a los seguidores de la popular que ha revalidado su Presidencia en la comunidad.
Los califica como "votantes de taberna" al decir de su electorado que "se nuclea en torno al mundo de las tabernas, los bares, los restaurantes y otros establecimientos similares": "La candidata madrileña de la derecha trata de sumar a la variopinta clientela tradicional que apoya a los sectores de la tabernidad que han hecho bandera de la apertura de los establecimientos en los que el consumo de bebidas y aperitivos se presenta como parte esencial de la forma de ser de los madrileños".
El nacimiento de Tabernia
Lejos de indignarse públicamente, Díaz Ayuso optó por darle la vuelta a la tortilla y crear una identidad propia para sus votantes a través del calificativo de Tezanos. Así, a las 14:30 horas de la jornada electoral escribía este tuit:
Obviamente, la sombra del tuit de Ayuso ha sido muy alargada:
Por eso, no es de extrañar que al día siguiente los tabernarios ya pudiesen lucir su propio uniforme para celebrar la victoria de Díaz Ayuso con orgullo:
Por el módico precio de 17 euros uno ya puede ir a beberse las cañas con todas las de la ley.