Cuando todavía no podemos hablar de la pandemia en pretérito hay quien se esfuerza por seguir negando su existencia. Los negacionistas campan a sus anchas en las redes sociales, pero en esta ocasión no se han limitado a lanzar bulos y cuestionar a la ciencia, que no es poco, sino que han dado un paso más para amenazar e insultar a una doctora por el mero hecho de ser sanitaria y divulgar información en ese contexto.
Elena Casado, médica anestesista, divulgadora y escritora valenciana, ha denunciado las amenazas que le han llegado a través de un perfil falso a su cuenta de Twitter. Un mensaje privado que ha compartido en la red social observando que "tener que aguantar esto no tiene nombre". "Das muchísimo asco, hija de puta vendida", comienza el terrible texto que le han dedicado a la sanitaria.
Continúa diciendo que "mi abuelo murió en plena pandemia a manos de psicópatas asesinos como tú, que le pusisteis un respirador que no necesitaba para acabar reventándole los pulmones", afirmando después que en las peores semanas los sanitarios estaban "todos disfrazados haciendo bailecitos y calladitos al respecto de todo lo que llevan las vacunas. ¿Cuánta gente está muriendo por seguir vuestro consejo de que las vacunas son seguras?".
"Tus hijos serán esclavos"
El delirante mensaje concluye apelando a la descendencia de Casado: "Si tienes hijos o si algún día pretendes tenerlos, que sepas que vendrán a un mundo en el que tú has sido protagonista para que ellos se conviertan en esclavos".
El tuit de Casado ha suscitado cientos de reacciones en la red social y un apoyo unánime hacia la sanitaria, con mensajes como estos:
Además, ella misma ha dado más explicaciones al respecto. De hecho, ha confirmado que presentó la correspondiente denuncia, pero con pocas esperanzas puesto que el perfil es anónimo:
También tomó cartas en el asunto denunciando ante Twitter, pero la red social es a veces tremendamente justiciera con nimiedades y benevolente con cosas como estas, así que le ha respondido lo siguiente:
Habrá que apelar entonces a la educación y a la sensatez, pero son dos aspectos que no abundan.