La consistencia justa, el rebozado tirando a fino y brillante, pero sin que el aceite chorree. La bechamel cremosa, que se funda cuando choque contra el paladar, y el sabor equilibrado. Preparar la croqueta perfecta no es fácil, pero puede abrirte todas las puertas en un país como el nuestro en el que este bocado ocupa el podio indiscutible de la gastronomía. Nunca antes un plato de aprovechamiento había conquistado incluso a la realeza.
Y es que los orígenes de la croqueta hay que ir a buscarlos, según la teoría más extendida, a los fogones de Antonin Carême, un cocinero francés conocido como el "rey de los chefs y el chef de los reyes". Fue él quien las sirvió por primera vez un 16 de enero en un banquete, que se habría celebrado entre mediados del siglo XVIII y principios del XIX, bautizándolas como "croquettes à la royale".
Ahora, cada 16 de enero, celebramos el Día Internacional de la Croqueta con el objeto de tener una excusa para atiborrarnos de ellas, como si nos hiciesen falta pretextos para darnos un festín. De hecho, tal y como ha confirmado un estudio reciente, los españoles nos hemos vuelto auténticos profesionales de su degustación, hasta el punto que hemos inventado un nuevo sistema de medida para calcular su consumo per cápita.
"Más de cinco metros de croquetas"
"Los españoles consumen más de cinco metros de croquetas al año", reza el titular que una tuitera ha querido destacar estos días en Twitter y que gracias a ello se ha hecho viral:
Se trata de un titular que se ha podido leer en El Periódico de Aragón estos días y que desgrana el contenido del último estudio de Oído Cocina Gourmet sobre el consumo de croquetas en nuestro país. Se revela en el trabajo que los españoles nos comemos un total de 151, una cifra que a nosotros ya nos parece llamativa, pero quizás lo sea más al explicar que en hilera tendrían más de los ya famosos cinco metros de largo.
En concreto, el estudio apunta a que si tomamos como referencia de tamaño del largo de la croqueta en 3,5 centímetros estaríamos hablando de que situadas una a continuación de la otra llegarían a los 5,3 metros de largo, la altura de una casa de dos pisos, por poner solo un ejemplo. En Madrid es donde más se piden a domicilio, después en Sevilla, Guadalajara y Barcelona. Las favoritas de los españoles siguen siendo las de jamón ibérico y después las de cocido, trufa, bacon y parmesano, y las de puerro.
Entre las reacciones al tuit de Ana Belén hay que señalar que una gra mayoría se ha atrevido a pronunciar una frase muy de madre: "pocas me parecen". No obstante, a todos les ha llamado la atención, precisamente, que las croquetas se hayan contado usando metros y no unidades, por eso han hecho diversos chascarrillos y consideraciones al respecto, como estas:
Y es que las croquetas son de las pocas cosas que acaban con el mito de las dos españas porque gustan a todo el mundo. Tendrían que tenerlo más en cuenta nuestros políticos.