Desde que los talibanes se hicieron con el Gobierno de Afganistán, el resto del mundo ha fijado de nuevo sus ojos en el país y, muy especialmente, en las mujeres que viven allí. El extremismo religioso suele traer consigo una gran vulneración de los derechos femeninos y máximo en un contexto como el del islam, donde ellas dejan de ser consideradas personas para vivir como un añadido de sus maridos o parientes hombres.
Es por eso que el feminismo mundial ha intentado organizarse para tratar de hacer llegar su ayuda a las mujeres afganas, esas que vuelven al burka si es que alguna vez lo habían dejado. Aunque estas iniciativas hayan surgido con la mejor de las intenciones, suele ocurrir en estos casos que las feministas occidentales, privilegiadas si las comparamos con las afganas, suelen adolecer de ese cliché tan extendido de salvadoras blancas.
En este contexto, se han levantado las voces de mujeres activistas venidas del entorno del islam que han querido hacer pedagogía desde su naturaleza y experiencia como mujeres que han visto recortados sus derechos por la religión musulmana, desmitificando algunos asuntos tan delicados como esa supuesta libre elección a la hora de llevar el velo islámico, conocido como hiyab.
"Son una imposición"
Parte del feminismo español ha venido hablando de la libertad que tienen algunas mujeres que llevan velo. De que, supuestamente, ellas han elegido llevarlo y que, por eso, el resto debemos respetar su elección y no juzgarlas. De nuevo estas reflexiones, surgidas desde la empatía y, sin dudarlo, con un objetivo conciliador, han contribuido a difundir que el hiyab es una prenda prácticamente inocua:
Násara iahdih Said es una activista nacida en el campo de refugiados de Tinduf, donde vive parte de la población saharaui que fueron expulsados de sus tierras por los marroquíes. Llegó a España a los 14 años gracias al programa Vacaciones en Paz y sus reflexiones ofrecen una visión del feminismo desde un contexto islámico que debería tenerse en cuenta en todos los análisis. Ella ha hilvanado un hilo fundamental en Twitter para romper con ese mito del velo como una opción, empezando por decir que se trata de una "imposición":
Explicando, después, que se obliga a las mujeres porque sus cuerpos son considerados como una "vergüenza":
Y hablando claro sobre lo que ocurre cuando una mujer se niega a ponérselo:
Dejando muy claro, por si se dudaba al respecto, que el velo es un símbolo del poder machista:
Por todo ello, ha pedido que no se hable a la ligera sobre la situación de las mujeres en el islam:
"No sentencien verdades sobre el tema", ha pedido para rematar un hilo al que han reaccionado más de 6.000 tuiteros.