Cientos de periodistas se afanan en informar desde La Palma de la erupción del Cumbre Vieja. Durante estos días hemos visto salir del plató a pesos pesados de la profesión como Pedro Piqueras, pero también vemos a diario a reporteros de todas las cadenas de televisión que se esfuerzan en dar la última hora de lo sucedido en la isla, poniendo también por delante la situación por la que están pasando las víctimas a las que el volcán ha dejado sin hogar.
Entre las imágenes que nos llegan desde allí, ha trascendido la hazaña de un par de reporteros de Telecinco que dejaron sus bártulos a un lado para ayudar a una familia que tenía que recoger las cosas de su casa para ponerlas a salvo en tiempo récord. La periodista Arantxa de Fez y su compañero Adrián Fernández García apoyaron el micrófono y la cámara en el suelo y se remangaron para sumarse a las labores de evacuación de la vivienda.
Los profesionales de El Programa de Ana Rosa contribuyeron a que la familia pudiese cargar en un vehículo todos los objetos que fueron capaces: ropa, zapatos, cuadros o el álbum de su boda. La lengua de lava estaba a escasos metros de su hogar y las autoridades habían permitido que volvieran a su casa durante unos 15 minutos para llevarse sus pertenencias antes de que fuese demasiado tarde.
"No hay volcán que nos debilite"
El gesto de los reporteros no ha pasado desapercibido y han sido más de 50.000 tuiteros los que han aplaudido a Adrián y Arantxa:
No obstante, no han sido los únicos que prestaron ayuda a las familias afectadas. Entre los reporteros que han echado una mano también está Alejandro Rodríguez, de Cuatro al día, que se prestó voluntario para la evacuación de otra familia. Sin embargo, la reacción de los periodistas no ha sido la de buscar protagonismo ni mucho menos. La propia Arantxa, sabiéndose felicitada, se quiso quitar mérito diciendo que hicieron "lo que cualquier persona habría hecho en esa situación":
Pero no todos los periodistas tienen comportamientos modélicos. De hecho, han sido varios los reporteros que han tenido que ser abroncados por las autoridades por obstaculizar las carreteras e intentar acceder a zonas acotadas.