Cerca de 200.000 suicidios de personas de entre 14 y 28 años están relacionados con el acoso escolar o bullying, según el informe realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) junto a Naciones Unidas. Dentro de la Unión Europea, la ONG Bullying Sin Fronteras ha realizado un estudio junto a la británica Beat Bullying en el que se afirma que hasta 24 millones de niños y jóvenes lo sufren anualmente, siendo el Reino Unido el país más afectado seguido de Rusia, Irlanda, España y Finlandia.
Explican los expertos que el origen del bullying tiene que ver con la manifiesta falta de madurez de los niños y jóvenes, que les impide empatizar con los demás.
Aprovechan defectos en sus compañeros, reales o figurados, para ridiculizarlos y ejercer violencia y control sobre ellos con el fin de sentirse más fuertes a ojos de los demás. En España, de marzo de 2020 a marzo de 2021 se han detectado un total de 11.229 casos, un 22% más con respecto al año anterior.
[La guerra de Diana contra el British Council por acosar a su hija: "Acabó con Orfidal por estrés"]
Dentro de nuestro país, el mayor registro de casos de acoso escolar está en la Región de Murcia con un 11%, seguida de Cataluña con un 10% y de Andalucía, Baleares y Comunidad de Madrid con un 9%. Aunque los expertos indican que la prevención es responsabilidad de padres y docentes, no siempre se cumplen estos roles, como se desprende del testimonio de un padre desesperado que ha compartido su experiencia en Twitter.
"Abro hilo por agotamiento"
Su hijo ha empezado el instituto en Altafulla, Tarragona, y con 12 años ya venía de un colegio en el que había sufrido acoso de los mismos compañeros con los que se ha reunido de nuevo en las aulas. Ha explicado que en los primeros días "ha llegado llorando, desconsolado, sin ganas de volver y diciendo que ya no tiene amigos":
El padre ha enumerado los antecedentes del caso de su hijo, que empezó a ser víctima de bullying años atrás:
En su caso, dice el padre, "el centro jamás hizo nada por solucionar esta situación" y ahora teme que en el instituto la tónica sea la misma, puesto que ya en los primeros días han empezado el maltrato:
Lo que no suele trascender en estos casos es que, además de generar un gran perjuicio a la víctima directa, el daño a la familia es también muy profundo:
En este caso, este padre pide que las familias de los acosadores sean conscientes del "daño mental y emocional que esto causa a los niños acosados" para poder ponerle freno:
Un hilo de esperanza
Las palabras de este padre desesperado no tardaron en hacerse virales y algunos tuiteros le han recomendado hablar con Pablo Duchement, una de las voces más autorizadas en materia de bullying de Twitter España. Profesor, perito informático y escritor, el experto comparte casos espeluznantes de acoso en las aulas y en las redes sociales y ha querido ayudar a esta familia:
A raíz de su consejos, el padre ha tomado medidas y la directora del centro también ha activado el protocolo:
El padre ha agradecido las muestras de cariño de "mucha gente que me ha escrito", añadiendo que "los raritos no son los acosados, son los acosadores y los padres que no ponen remedio es una educación basada en el odio porque el respeto tiene que ser el valor fundamental".