El papa Francisco se ha ganado algunos nuevos enemigos desde sus últimas declaraciones enviadas a México, un país al que ha pedido que aprendan de su pasado y al que ha aprovechado para para pedirle perdón "por los pecados cometidos durante la conquista": "En diversas ocasiones, tanto mis antecesores como yo mismo, hemos pedido perdón por los pecados personales y sociales, por todas las acciones u omisiones que no contribuyeron a la evangelización", ha trasladado.
Lo ha hecho a través de una misiva leída por el cardenal Rogelio Cabrera, arzobispo de Monterrey y presidente del Episcopado Mexicano, y divulgada en una rueda de prensa en el Palacio Nacional. Aconsejó el papa que para "fortalcer las raíces es preciso hacer una relectura del pasado, teniendo en cuenta tanto las luces como las sombras que han forjado la historia del país", reiterando que no se deben evocar "dolores de pasado", sino "aprender de ellos".
Las palabras de Francisco no han sentado muy bien a parte de la derecha española y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha sido una de las que ha salido al paso de las declaraciones del papa queriéndole recordar que "llevamos al catolicismo". Tras el revuelo, los propios obispos han llegado a pedirle a la popular que leyese la carta completa antes de opinar públicamente sobre su contenido.
La pulla de Soto
En este contexto, el cantante andaluz José Manuel Soto, que no se pierde ni una sola polémica desde su atalaya de Twitter, también ha querido sumarse a las críticas pero de un modo un tanto más discreto. No se ha referido directamente a Francisco, sino que ha traído a colación la figura de Juan Pablo II para asegurar que "este era mi papa" y añadir que era "valiente, cercano, comprometido" y que "ni a tiros pudieron con él":
Entre los seguidores de Soto, como suele ocurrir, se escuchó una gran ovación a su indirecta, que avalaban también con comentarios como estos:
Seguramente Soto tampoco se ha leído entera la carta del papa Francisco.