Recordarán haber estudiado la guerra de la Independencia Española en la escuela. Aquel conflicto en el que nuestro país se vio envuelto desde 1808 y hasta 1814 en el contexto de las guerras napoleónicas que nos enfrentó junto a nuestros aliados de Reino Unido y Portugal contra el Primer Imperio francés que pretendía colocarnos en el trono al hermano de Napoleón, José Bonaparte —al que rebautizamos como Pepe Botella—, que llegó a reinar entre junio de 1808 y diciembre de 1813.
Quizás a muchos de nosotros nos bailen fechas y acontecimientos, pero seguramente todos recordamos cómo nos enseñaron aquel capítulo fundamental de nuestra historia y podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que ocurrió de una forma mucho más aburrida que esta que nos ofrece el doctor en Historia y divulgador aragonés, Daniel Aquillué. Él, inspirado por otros tuiteros, decidió emplear escenas de la famosa serie Aquí no hay quien viva para rememorar qué ocurrió durante esos años de comienzos del XIX.
Nos explica Aquillué, al otro lado de los mensajes directos de Twitter, que antes de tener su cuenta personal de divulgador ya tenía otra en la que jugaba a ser un personaje histórico del siglo XIX, ofrecía otra mirada de la historia a través de su blog y alimentaba una página de Facebook. "Ahora es cuando más repercusión he logrado, combinando debates, hilos y tuits sueltos. Me permite llegar a un público más variado y más cuando usas algo de humor", explica a EL ESPAÑOL.
De la anécdota a la historia
Cita como maestros de la divulgación con toques de humor a las cuentas de Ad Absurdum e Historia en Meme al tiempo que le preguntamos si es necesario dar una vuelta a la forma de enseñar Historia. "Haber investigado intensamente episodios históricos abre la posibilidad de contarlos de diversas formas", reconoce este zaragozano experto en los Sitios de Zaragoza, sobre los que ha escrito el libro Guerra y Cuchillo (La Esfera, 2021): "Puedo tener varios registros, desde el más serio y académico a otros más coloquiales".
Y no solo se refiere al hilo que nos ha llevado tras su pista, sino también a unos cuantos más que ha elaborado, por ejemplo, con muñecos Lego: "La divulgación se puede hacer de mil maneras, todas legítimas, pero se debe hacer con rigor y, sobre todo, honestidad", apunta desde una red social que, defiende, nos ofrece "un amplio abanico divulgador de todos los colores y formas". Aquillué, de hecho, está siempre atento a la actualidad por si le da la oportunidad de explicar algún nuevo capítulo histórico y esta misma semana ha ocurrido hasta en dos ocasiones.
Por un lado, con las inundaciones tras el paso de la borrasca que el historiador ha vivido de cerca, pero también ha hecho divulgación con la anécdota de los mocasines —que al final resultaron ser botas— del líder del PP de Zaragoza: "Esa anécdota me sirvió para hablar de los serios problemas logísticos y de calzado en los ejércitos españoles en el otoño de 1808, cuando en los embarrados caminos de las riberas del Ebro se quedaban sin zapatos e iban descalzos o en alpargatas a combatir a los franceses".
ANHQV en el siglo XIX
A Aquillué la inspiración para hacer el exitoso hilo sobre Aquí njo hay quien viva le llegó gracias a tres tuiteros: "Luis Soravilla, que compartió el óleo de Charles Legrand —coracero francés muerto el Dos de Mayo de 1808—; Historia en Meme, que lo retuiteó preguntándome si era aquel el que había caído por un 'macetazo', a lo que respondí que sí, y a Javier Pérez, que hizo una mención a la serie".
A partir de ahí, recuerda, "se me ocurrió que con esa mítica serie se puede explicar todo. Las imáganes que compartí 'se oyen'. Solo hay que cambiar algunas palabras y vemos la Guerra de la Independencia con esas escenas: "¡Váyase, señor Godoy, váyase!" o "Soy yo, Napoleón, entro". Me pareció gracioso y efectista... y ha tenido éxito":
Y tanto que ha tenido éxito, miles de reacciones avalan el uso de Aquí no hay quien viva para explicar historia, así que Aquillué tendrá que elaborar próximas entregas. Doctorado en Historia por la Universidad de Zaragoza, defendió su tesis en 2017 y explica que actualmente está "en muchos frentes, con varios proyectos, pero navegando en la precariedad como buena parte de mi generación". Le pregunto para finalizar si la etiqueta de "progresista" que tiene en la biografía de Twitter es una advertencia al personal.
"Los historiadores no vivimos en una burbuja al margen de la sociedad, somos parte de ella. La objetividad es un noble sueño, un horizonte hacia el que avanzar, pero que nunca lograremos al 100%. Reconocer dónde nos situamos nos permite acercarnos más honestamente al pasado histórico, siempre un lugar extraño. Y también somos honestos con quien nos pueda leer. Ahora bien, no se puede abordar el pasado decididamente con una clara intencionalidad política presente porque eso es un abuso de la historia. Los historiadores debemos ser profesionales, sin que eso nos haga ser ajenos al mundo".