Mientras la izquierda está acabando con las existencias de palomitas para ver más a gusto el espectáculo interno del Partido Popular y en Vox se frotan las manos dispuestos a acoger hasta el último votante desencantado con los populares, la sede de Génova 13 recibía este domingo a unos 3.000 manifestantes que acudían para exigir la dimisión del presdidente Pablo Casado y de su mano derecha, el secretario general Teodoro García Egea.
Después de los mariachis y del ramo fúnebre, la única arma que han esgrimido los ayusers —defensores de la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso— ha sido la de la palabra. "Traidor", "obtuso", "comadreja" o "pelele" fueron solo algunos de los insultos que se han podido escuchar en la manifestación, convocada por la plataforma Iniciativa Regeneración. Han advertido además, en un comunicado, que la del domingo es solo la primera de muchas más movilizaciones.
Protestarán, avanzan, hasta que Casado y García Egea dimitan, porque creen que están "anteponiendo su interés personal al de la organización" y que todo se basa en su intento de "vincular con la corrupción a la presidenta de la Comunidad de Madrid", critican, dando por cierta la versión exculpatoria que ha venido dando Ayuso de los supuestos contratos irregulares que habrían beneficiado a su hermano Tomás Díaz Ayuso.
"¡Al inodoro!"
Estas manifestaciones no son poca cosa para Génova, que ha comprobado en sus propias carnes el poder de convocatoria de Ayuso, por si les quedaba todavía alguna duda. De hecho, el "Casado, comadreja, Sánchez te maneja" podría seguir escuchándose en las próximas semanas. Otras de las frases más llamativas de los manifestantes es el grito de "Casado, no insistas, no somos socialistas" y el de "Casado, Malaje, escucha este mensaje".
Pero el presidente, que parece a cada minuto más acorralado por los suyos, no ha sido el único al que le han pitado los oídos por la manifestación de Génova. También Teodoro García Egea, al que no pocas voces señalan como el director de orquesta de todo el entramado que ha prendido la mecha del cisma popular, ha sido el blanco de unas de las consignas más surrealistas (y educadas a la par que escatológicas) de toda la jornada: "¡Teodoro, al inodoro!".
El vídeo del periodista catalán Nicolás Tomás ha corrido como la pólvora en Twitter, donde ha desencadenado una oleada de reacciones. Desde aquellos que se han sorprendido por el nivel de los insultos que se han escuchado en la sede del PP a los que se lo están pasando en grande con la situación, pasando por aquellos que creen incluso se trata de una escena más propia del cine de Berlanga:
Otro capítulo más de la serie con más éxito de nuestro país en los últimos años.