El lunes 17 de julio de 1995, a eso de las 21:30 horas, aparecía en La 1 de Televisión Española Ramón García. Estaba a bordo de lo que parecía un crucero y lucía un traje de marinero, todo revestido de gran formalidad. El popular presentador ya había avisado días antes: "Este verano vamos a tener música, diversión, juegos... de todo". No imaginaba que estaba dando inicio a uno de los programas más míticos de la televisión: el Grand Prix.
Durante aquella primera temporada, el programa se llamó Cuando calienta el Sol, como la famosa canción de Luis Miguel. Un título que, por sus reminiscencias al verano, a la playa, al mar y a todas las diversiones asociadas a esa época del año, era una evidente declaración de intenciones. Lo que siguió fue el primer torneo entre pueblos de menos de 5.000 habitantes procedentes de toda la geografía española. En aquella primera edición, la villa que se hacía con el trofeo a 'Campeón del verano' recogía un cheque de diez millones de pesetas, un buen botín antes de la llegada del euro.
El Grand Prix conjugó una serie de elementos que lo convirtieron rápidamente en un éxito de los 90: Ramón García con looks veraniegos, una sintonía pegadiza creada por Danilo Vaona, las azafatas televisivas que no podían faltar en la época, los juegos de piscina, la vaquilla, la patata caliente y, sobre todo, la gracia y particularidad de pueblos muy distintos entre sí. Toda la familia, desde los más pequeños hasta los abuelos, se reunían una noche a la semana para disfrutar.
En total, el Grand Prix ha acumulado 14 temporadas -a la espera de una décimoquinta que tendrá lugar este verano, con Ibai Llanos acompañando a García-, desde 1995 hasta 2009, con la única interrupción del año 2006 en que TVE no llegó a un acuerdo con la productora Europroducciones. Uno de los motivos: el sustituto de Ramón García, que diez años después abandonaba el programa donde era toda una institución.
En 2007, el Grand Prix volvió a emitirse con Bertín Osborne como presentador. Sin embargo, para muchos ya no era lo mismo. El rostro de Ramón García era tan importante como el de la vaquilla que protagonizaba el logo. Tanto es así que aún hoy, 17 años después de la marcha de García, los fans siguen elaborando teorías sobre qué pudo pasar para que se rompiese un matrimonio tan exitoso.
En Twitter, el Grand Prix sigue muy vivo gracias a una cuenta de fans que cuenta con casi 28.000 seguidores. Esta cuenta sube información relativa al regreso del show, así como todo tipo de recuerdos del programa. Para los fans, por ejemplo, el Grand Prix ya mostró apoyo a Ucrania casi previendo la catástrofe que sucedería décadas después.
Teniendo esto en cuenta, no es de extrañar que los usuarios hayan elaborado una teoría que, a poco que se piense, es tan demencial como divertida. Se trataría de que la productora decidió despedir a Ramón porque la presión le había superado y estaba empezando a decir cosas raras.
"Sucumbió a la locura"
Inmerso en un estado casi paranormal, la teoría dice que Ramón García contaba con insistencia que la vaquilla adivina Catalin se le había aparecido en el camerino y, hablándole en arameo, "le predijo que una entidad cósmica llamada Azatol destruiría la Tierra". Esto habría hecho, según el video viral, que García se pasase semanas enteras estudiando arameo "buscando relaciones directas con el fatal destino de la Tierra, vestido con una túnica y una careta de vaca mientras recitaba salmos en esperanto".
Aunque el final de la Tierra que la vaquilla le confesó a García ocurrirá, supuestamente, en 2030, las redes no han querido esperar y han reaccionado como era de esperar: conjugando una mezcla de guasa, ironía e, incluso, usuarios que han intentado aportar pruebas que demostrarían dicha teoría: "Es totalmente cierto, me lo contó mi primo que era el que calentaba las patatas".