Abel Caballero, el alcalde que ha hecho de Vigo el paraíso navideño de las luces de Navidad, no es precisamente un hombre ajeno a las polémicas. Normalmente, demuestra que sabe convivir con ellas y, a veces, hasta pareciera disfrutarlas. Sin embargo, su última decisión de instalar en Vigo una estatua que, según ha señalado el historiador Lucio Martínez Pereda, pertenece al "culto cruzadista-nacional" le ha granjeado a Caballero un nuevo enemigo. Se trata de Basilio, el camionero influencer de redes sociales y a quien no le ha gustado nada la nueva noticia.
La estatua en concreto, según comenta Martínez Pereda, es "del Sagrado Corazón, de seis metros y seis toneladas para instalarlo en A Guía". En su opinión, sería un "desprestigio para Vigo" poner ese monumento, ya que la convertiría en la única ciudad española "que pague con el dinero público de un ayuntamiento socialista una estatua con la imagen religiosa que ha representado con mayor intensidad el cruzadismo belicista del nacional catolicismo".
Sin embargo hay algo más, y es que al parecer el barrio de A Guía donde está prevista la instalación es en el que vive Basilio. Esto ha terminado por sacar el lado más 'punki' de Basilio, quien se ha quejado por Twitter: "Encima en mi barrio, puto Gusiluz". El historiador le ha dado las gracias por difundir su mensaje, a lo que Basilio ha correspondido apuntando que "es vergonzoso".
Basilio, que acumula una buena legión de fanes, siempre se ve también con algún comentario que no está de acuerdo con su visión. Sin embargo, él está acostumbrado a lidiar con ellos con argumentos y una buena dosis de ironía. Es lo que le ha pasado con un usuario que le pedía verificar la información: "Vivo en Guía desde hace 46 años, algo sabré".
Por su parte, el hilo de Martínez Pereda explica muy didácticamente por qué considera que es un grave error por parte de Caballero dar luz verde a este proyecto en la ciudad: "Abel Caballero no es consciente del desprecio que eso supondría para la memoria de los militantes de su propio partido que fueron asesinados en el verano de 1936 por personas que rendían culto a esta imagen cruzadista".