Sucedió en 1978. Dos hombres echaron mano de sus palas y se fueron al cementerio de Corsier-sur-Vevey durante la madrugada del 1 de marzo. Una vez allí se pusieron a cavar en el lugar donde había tumba, y no una cualquiera: era la del genio del cine Charles Chaplin, que había fallecido dos meses antes a los 88 años. El misterio del paradero del cadáver de Chaplin pronto adquirió tintes de thriller, una historia fascinante que ha rescatado para Twitter El Descampao Podcast.
Este usuario comienza su hilo vinculando a Chaplin con otros dos fallecimientos de ilustres artistas que tuvieron lugar ese mismo 1977: Groucho Marx por un lado, "cuya herencia trajo consigo todo tipo de batallas legales", y Elvis Presley por otro.
El Descampao Podcast cuenta que en esos primeros momentos de desconcierto las hipótesis fueron de todo tipo: "¿Serán antisemitas? ¿Serán nazis? ¿Serán admiradores que pretenden llevárselo a Londres? La policía suiza y la Interpol se ponen a investigar". Sin embargo, los profanadores no tardaron en aparecer: llamaron a la familia de Chaplin.
"Usan voces falsas, están nerviosos. Primero piden 600.000 francos suizos", relata este twitter. Chantaje al que los descendientes de Chaplin se negaron rotundamente. O eso era lo que parecía en un primer momento, ya que lo que vino después fue una negociación "hasta que se llega a 100.000 dólares".
La supuesta negociación fue, finalmente, una trampa que permitió a la interpol tener el tiempo suficiente para localizar a los inexpertos delincuentes. Roman Wardos y Gantscho Ganev fueron detenidos por robar el cadáver de Chaplin. "Ambos habían leído una noticia sobre el robo de un cadáver en Italia y la petición de rescate posterior. Desesperados por su situación económica decidieron emularlo".