Unas casetas hechas de cartón en la entrada del pueblo con una barrera que solo se levanta si uno es catalán de pura cepa y lo demuestra enseñando un pasaporte de la República Catalana a señores ataviados con chalecos reflectantes. Este delirio es la nueva acción que se ha puesto de moda entre en independentismo y cuyo objetivo pasa por "liberar" a los municipios del yugo de España. De momento ya son tres: Bàscara, Amer y Sant Esteve de Palautordera, los dos primeros ubicados en Girona y el tercero en la provincia de Barcelona.
Detrás de estos actos está la plataforma Desobediència Civil Catalunya, un colectivo impulsado por activistas de los CDR para movilizar a los ayuntamientos pequeños y darles la oportunidad de protagonizar el camino hacia la independencia. El 7 de mayo liberaron al pueblo de Bàscara, el 18 de junio corrió la misma suerte Amer y el pasado 9 de julio le tocó el turno a Palautordera. En todos ellos se ha hecho el numerito de la aduana, se ha declarado el catalán como única lengua oficial e incluso se ha pagado con Cats, una moneda propia.
Obviamente, todo se trata de acciones simbólicas, que suelen incorporar también una marcha por el pueblo y la lectura del manifiesto en los ayuntamientos, donde se despliega una pancarta advirtiendo de que se trata de un municipio "liberado" de la jurisdicción española. Establecen también un perímetro en el que estaría prohibido el acceso a "las fuerzas de ocupación" y del que se expulsaría a "todos los intereses españoles".
"Pasan el día"
La última liberación ha sido la de Sant Esteve de Palautordera, que está integrado en la República Catalana desde el pasado 9 de julio. Desobediència Civil Catalunya, lejos de ocultar sus acciones, las ha venido publicando con orgullo en sus redes sociales y así han celebrado que el pueblo ha quedado libre de todo rastro español:
Aunque ese vídeo se publicó el pasado 9 de julio, no fue hasta este domingo cuando un tuitero lo ha compartido con sus seguidores, explicando que "el deporte de moda en Cataluña es montar una garita de cartón en una rotonda a la entrada del pueblo con una barrera y declararlo municipio de la República Catalana, dejando en ese momento de pertenecer a España" y añadiendo que "se juntan diez o doce y pasan el día":
"Ellos son felices", ha rematado el tuit, que no tardó en hacerse viral y suscitar todo tipo de reacciones, la mayoría de ellas en tono de mofa:
Las liberaciones de pueblos de Desobediència Civil contemplan también juegos populares, conciertos y degustaciones gastronómicas, entre otras actividades. Explican que se trata de ejercer "el control efectivo mediante la desobediencia civil" y que han iniciado "un nuevo período de liberación nacional hasta alcanzar la soberanía de todos los pueblos y ciudades de Cataluña".