Aunque una de las imágenes de las cabalgatas de Reyes Magos de nuestra infancia sea precisamente la presencia de un hombre con la cara pintada de negro para hacer de rey Baltasar, afortunadamente este tipo de prácticas son casi inexistentes hoy en día. Y decimos casi porque, precisamente, una de las comitivas reales que han recorrido España este jueves contaba con al menos un blackface entre Sus Majestades de Oriente.
Se trata del Baltasar que ha recorrido las calles de la localidad asturiana de Cudillero, donde los Reyes Magos llegaron por mar a las 13:00 horas al Puerto Viejo para iniciar su itinerario desde la estación de autobuses a las 19:00 horas por las calles del centro del municipio. Después de Melchor y Gaspar, con sus grandes barbas también de mentira, alguien pensó que al tercer mago le sentaría bien una capara de pintura negra en la cara desatendiendo las reivindicaciones de colectivos racializados que tildan esta práctica de racista.
Afroféminas, sin ir más lejos, es uno de esos colectivos y cada Navidad emprende sus acciones de protesta sobre lo que consideran una expresión racista. Explican que el término blackface surgió de una representación folclórica popular en Estados Unidos a cargo de personas blancas desde mediados del siglo XIX: "Se representaban a nuestros ancestros esclavizados como cándidos, torpes, mal hablados, pero sobre todo felices, con el fin de justificar y fortalecer la idea de que su condición social era la que merecían".
Alternativa: que Baltasar sea blanco
"Las mujeres y hombres negros hijos de la diáspora africana nos sentimos ultrajados, es molesto ver como siguen caricaturizando nuestra cultura, nuestros colores de piel y nuestras identidades", argumentan en torno a esta práctica. Afortunadamente, la diversidad de la sociedad española facilita que Baltasar siga siendo racializado en la mayoría de las cabalgatas, pero de no encontrar un ciudadano negro que quiera participar, lo más acertado sería evitar la pintura en la cara.
El periodista Giuseppe Montoto es quien ha denunciado al Baltasar de Cudillero, afirmando que le "ofende ver en Asturias" una cara pintada y preguntándose si "alguien entendería elegir a un ciudadano de color para hacer de Melchor y que se le pinte de blanco". Asimismo, dice que le "cuesta creer" que entre los 5.000 vecinos del municipio asturiano haya que pintar a uno para hacer de negro, unas palabras que han logrado apoyos en Twitter:
No obstante, también le están valiendo críticas al periodista, cuya publicación coincide, precisamente, con la de un reportaje de CNN hablando del blackface de Baltasar en España y de la reivindicación de Afroféminas. El medio estadounidense explica a su audiencia nuestra tradición de la Noche de Reyes y esta práctica contra la que ahora hay un gran movimiento:
Desde Afroféminas también han seguido denunciado desde sus redes sociales otros blackface que se han visto estos días, como este de la Universidad de Sevilla:
Parece que quedan más reductos de los esperados.