Con la llegada de los fenómenos meteorológicos adversos, el reporterismo se convierte en una profesión de riesgo aunque cada vez impere más la sensatez y veamos a menos reporteros jugándose el tipo bajo la lluvia o en mitad de la ventisca. Sin embargo, parece que las reporteras no acaban de estar a salvo en ninguna época del año a juzgar por los acosos callejeros que tienen que soportar de algunos individuos que, sintiéndose impunes, les van a molestar mientras trabajan.
En nuestra memoria todavía está aquel que le tocó el culo a Isabel Balado, periodista de En boca de todos, de Cuatro, que tuvo que enfrentarse en directo a esta agresión sexual en Madrid el pasado mes de septiembre. También le sucedió poco después a Ángela Julve, de Informativos Telecinco, cuando estaba informando desde Benidorm y fue acosada por dos viandantes, uno de ellos con el torso desnudo. Esta vez, en este particular mapa, nos desplazamos hasta Córdoba.
La protagonista involuntaria de este momento es Miriam Jiménez Piña, periodista de los informativos de 7TV Andalucía y presentadora de Córdoba de Cerca en la misma cadena. Se encontraba la pasada semana en el Paseo de la Victoria de la ciudad andaluza, informando de los efectos de la borrasca Aline en la zona, donde derribó una palmera de unos diez metros que cayó sobre la acera y una fuente, cortando el paso de peatones, como se puede ver tras ella.
"¿A las diez aquí?"
"Saludos, ¿qué tal están?", se le escucha a Jiménez, antes de ser interrumpida por un hombre de avanzada edad que aparece sin ningún tipo de reparo para decirle lo que parece una coplilla: "Dime de qué pueblo eres que tanto te gusta el vino...", canturrea, mientras a la reportera, nerviosa, le da la risa. "Continúo con mi trabajo, caballero", le interrumpe, pero el señor se ofrece para acompañarla a ir a bailar: "No, estoy trabajando", corta de nuevo. "¿A las diez aquí?", molesta otra vez el anciano: "En ningún lado", sentencia la periodista.
Mientras la operadora de cámara intenta echarle un capote a su compañera con el hombre, él no se da por aludido y se queda mirando la escena, a la vez que grita: "Uh, uh, uh... ¡Cómo se levanta la falda para arriba con el viento! Ahora, ahora, ahora...", se le escucha decir, sin cortarse ni un pelo y al parecer sin importarle que podría estar incomodando a la profesional. El corte lo ha subido a TikTok la usuaria Helen Mínguez y se ha hecho viral en esa red social, pero también en X, donde además de hombres riéndose y aplaudiendo el acoso del anciano también ha habido críticas como estas:
Lo dicho, las reporteras tendrán que empezar a cobrar un plus por aguantar a este tipo de personajes que impiden que hagan su trabajo.