Siguen creciendo la voces críticas internas contra el rector de la Complutense, Carlos Andradas, por su plan de reestructuración de la Universidad que pretende hacerla 'adelgazar' pasando de 26 facultades a sólo 17. Ya son 13 los decanos, la mitad de todos ellos, los que se han rebelado contra Andradas y lo han materializado hoy con una carta para "reconducir" la situación, ya que consideran que la actual propuesta no mejorará ni la calidad de la Educación ni la gestión: "Podría contribuir a un mayor deterioro de las misma".
En la misiva, respaldada por 13 decanos, se expone que la mayor parte de los problemas que se pretenden resolver no se solucionarían: "Constituye un error que mediante una reestructuración de los centros se esté pretendiendo desarrollar una optimización de la gestión administrativa". Y es que la propuesta presentada por Andradas plantea como objetivo crear grandes estructuras en todos los ámbitos (Departamentos, Facultades y Campus), y esto, al entender de los díscolos "no supone per se una garantía de mayor eficiencia, tampoco asegura mejor calidad docente e investigadora, y, sobre todo, no logra el pretendido equilibrio y homogeneidad entre Facultades".
Los máximos responsables que firman la carta son los decanos de las Facultades de Informática, Filología, Filosofía, Ciencias Biológicas, Ciencias Geológicas, Ciencías Físicas, Documentación, Óptica y Optometría, Comercio y Turismo, Enfermería, Odontología, Trabajo Social y Estadística.
Consideran que la reestructuración de centros y departamentos "no parece que facilite, en modo alguno, mejorar la atención al estudiante". "El modelo de grandes facultades o departamentos es contrario a los principios de una educación superior moderna basada en una docencia personalizada y cercana. Tampoco puede contribuir necesariamente a una mejora de la investigación, otro de los pretendidos objetivos de la propuesta dada a conocer", reza el documento entregado al Rector del mayor campus universitario del país.
La carta de los decanos explica también que una disminución en el número de facultades "constituye una decisión de carácter irreversible" para la Universidad: "Esto supondría un enorme retroceso en el proceso de consolidación de varias disciplinas y en la capacidad de liderazgo que nuestra institución debe asumir para estar en la vanguardia del conocimiento".
Teniendo en cuenta estas consideraciones, creen necesario abrir un proceso participativo de estudio que permita desarrollar una propuesta "más acorde con el sentir" y las necesidades de la Universidad Complutense y que, sobre todo, posibilite establecer "un debate sereno y fructífero". "Debe evitarse una situación como la actual, en nada deseable o beneficiosa para la Universidad, funcionamiento interno o su imagen social", sentencian.