Con los mayores al volante se reduce el peligro en la carretera
Un estudio de Línea Directa desmonta el mito: tienen cuatro veces menos accidentes que el resto.
27 septiembre, 2016 01:21Noticias relacionadas
Los conductores mayores de 65 años no son más peligrosos que los demás. De hecho, tienen 4 veces menos accidentes que el resto. Así lo demuestra un estudio de la fundación Línea Directa, que desmonta un mito aceptado socialmente.
Los motivos de esta cifra pueden ser varios, desde que realicen menos kilómetros que los jóvenes o que se atrevan menos a conducir hasta que sean más responsables o respeten los límites. En España, el 13,5% de los conductores tienen más de 65 años.
Sin embargo, la mortalidad de los mayores que sufren un accidente es superior a la de los demás (2,5 veces más), ya que su físico es más frágil y los coches que conducen suelen ser más antiguos (de más de 10 años). Además, cumplir esa edad implica ciertos cambios que pueden tener consecuencias directas para la conducción: descenso de la agudeza visual, dificultad en la detección de sirenas y claxon o menores reflejos.
Las infracciones más comunes de los mayores
Otro de los datos que arroja el estudio es qué tipo de infracciones son más comunes entre los mayores de 65 años. Como conductores, suelen practicar una conducción distraída, no respetan las señales (sobre todo el "STOP" y el "ceda el paso") y se saltan las normas de prioridad.
Como peatones, irrumpen en la vía inesperadamente, no cruzan como se debe en los pasos de cebra e incluso no respetan los semáforos.
Los conductores entrevistados por la fundación reconocen virtudes en este perfil, como que son "prudentes" y respetan los límites, "no son agresivos" como los jóvenes y, por su experiencia, son "más responsables". No obstante, señalan entre sus defectos que reducen la velocidad de manera "anómala e injustificada", que "ignoran" la señalización y que conducen coches antiguos.
Los conductores piensan que son "peligrosos"
Un 40% de los conductores entrevistados por la fundación aseguran haber vivido situaciones de riesgo "por culpa" de los mayores de 65 años. Casi un 30% considera que son "peligrosos" y un 17% insiste en que retiraría el carné de conducir a sus familiares mayores.
A la pregunta de qué restricciones pondrían a los mayores, un 3,3% apunta a retirar el carné de manera automática cuando se cumplen los 65, un 11% aboga por prohibirles la conducción nocturna y la mayoría, un 72%, asegura que les obligaría a hacer psicotécnicos anuales. Pero, ¿son útiles estos exámenes?
El papel de la Administración
En España hay unos 2.000 centros de reconocimiento médico, que evalúan las aptitudes psicofísicas para la conducción. Estos centros realizan tres exámenes: el médico, el de coordinación y el psicológico, a partir de los cuales ponen una "nota" a los conductores que le permitirá -o no- ponerse al volante: apto, apto con condiciones restrictivas, no apto o interrumpido.
Son muchos los conductores (un 60% de los entrevistados por la fundación) que piensa que los exámenes son "poco rigurosos". Además, el 98% asegura que "nunca" ha suspendido una prueba de este tipo.
¿Y los controles psicoténicos? El 60% de los conductores los considera “poco rigurosos”. Danos tu opinión con el HT #mayoresalvolante pic.twitter.com/cxh6ARA2kg
— F Línea Directa (@f_lineadirecta) 26 de septiembre de 2016
Sin embargo, los datos obtenidos de reconocimientos a conductores por parte de Línea Directa revelan que solo un 21% de los mayores de 65 años ha sido considerado apto, frente a un 90% de los menores de 45. Así, los mayores ven como un 69% es apto con restricciones (no conducir por la noche, no en vías interurbanas...) mientras que solo un 9% de los jóvenes reciben estas restricciones.
Reconocer las limitaciones
Los conductores mayores de 65 años deberían "reconocer" sus limitaciones para la conducción, según recomienda la fundación, que anima a los mayores a ser "proactivos" en la revisión médica y acudir al médico al menos una vez al año por su propio pie.
A sus familias les recomiendan prestar atención a los síntomas (les cuesta más aparcar, tiene golpes, pierde reflejos...), generar un clima de confianza con buen tono y acompañar, siempre que sea posible, a su familiar en el coche.
En cuanto al papel de la Administración, la fundación aboga por aumentar la frecuencia de los controles a los conductores y que se hagan cada 2 o 3 años a los mayores de 65, ya que hasta ahora se realizan cada 5 años.