La menor de ocho años agredida este miércoles en el patio de su colegio de Palma de Mallorca fue golpeada con patadas y puñetazos mientras los 12 agresores la insultaban. Una brutal paliza de 12 contra una que, supuestamente, no fue vista por ningún maestro ni profesor del centro y eso que la víctima, según ha denunciado la familia de ésta, era diana del acoso escolar desde hace tiempo en el centro educativo público Anselm Turmeda.
“Ya le había dicho a la directora que le habían pegado anteriormente”, explicó la hermana de la agredida, Jessica Millán, a las puertas del centro educativo. Tal y como relató la hermana, cuando la directora le preguntó que por qué “no había dicho nada” de la agresión recibida, la menor respondió: “Sí lo dije”.
Ahora es el turno de que la Consellería de Educación del Gobierno de las Islas Baleares investigue, como confirmó ayer la portavoz, las razones de la agresión además de las causas de la falta de vigilancia en el momento en el que se produjo. Según la versión de la hermana de la menor, todo sucedió cuando sonó el timbre final del recreo.
En ese momento, la chica cogió el balón con el que jugaban un partido de fútbol para entregárselo al profesor. Tras ello, uno de los agresores -de entre 12 y 14 años- le propinó una patada por la espalda que tumbó a la pequeña en el suelo.
“Inmediatamente” después se puso encima de ella inmovilizándola con la rodilla en su espalda y comenzaron los puñetazos, las patadas, los insultos y las humillaciones. Todo con 12 alumnos del centro de Educación Primaria como presuntos autores, los cuales ya están identificados según confirmaron a EL ESPAÑOL varias fuentes educativas.
¿Por qué no había vigilancia?
A falta de la versión del centro que ha permanecido durante todo el viernes en completo silencio -al igual que la Consellería que no quiso hacer ningún tipo de declaración a este medio-, todo apunta a que ningún profesor estaba presente en el momento de los hechos.
¿Por qué? Según varias fuentes consultadas, los vigilantes del recreo acudieron a ayudar a otra estudiante que se había dispersado de la fila que forman los alumnos en el recreo antes de acceder a clase.
La indignación de la familia no queda en la falta de vigilancia. Según denunció la hermana mediante denuncia ante la Policía Nacional y los medios de comunicación, la niña volvió a clase tras el descanso y estuvo allí hasta que al final de la jornada su padre pasó a por ella. Entonces una de las profesores le contó lo sucedido pero zanjó el conflicto con un “está bien”.
La madre, no convencida con la explicación del centro, acudió con su hija al Hospital de Palma y el resultado fue contundente: más de 24 horas de hospitalización a causa de una fractura de costilla, desprendimiento de riñón y contusiones por todo el cuerpo.
“Agresión muy violenta”
La consellera de Asuntos Sociales y Cooperación de Baleares, Fina Santiago, ha calificado lo sucedido en el patio del colegio público del barrio obrero de Son Roca de la capital balear de “agresión muy violenta”.
Santiago ha señalado que es necesario conocer si el protocolo de convivencia se ha aplicado, al tiempo que se ha referido a la "necesidad" de que los padres vigilen "lo que ven sus hijos" en las redes sociales.
No obstante no ha querido todavía aclarar si se trata de un caso de acoso escolar o de una agresión puntual. En todo caso, la consellera ha insistido en ha sido una "agresión muy violenta e inaceptable".