Al menos 12 menores no acompañados se encuentran "abandonados y desprotegidos" en Madrid
Viven en un parque del distrito de Hortaleza, entre los dos centros que, en teoría, deberían acogerlos.
7 noviembre, 2016 15:05Noticias relacionadas
La mayoría son de origen marroquí y tienen cerca de 14 años. Hoy viven en un parque en el distrito de Hortaleza, entre los dos centros de primera acogida que pertenecen a la Comunidad de Madrid y en los que, en teoría, deberían estar viviendo.
"Los mecanismos de protección y garantía de derechos de nuestro estado no estado no están funcionando", denuncia Almudena Escorial, de Save the Children. Estos menores llegaron a España no acompañados por sus padres y la comunidad en la que estén debe proteger sus derechos, pero no está siendo así. La situación de los niños en la calle es "extremadamente vulnerable". Muchos de ellos inhalan disolvente "para soportarlo". "Hablamos de niños a los que se aísla en los centros de protección y que denuncian haber sufrido agresiones en los centros", apunta Escorial. Por eso, no quieren volver a ellos; pero tampoco se está haciendo nada porque salgan de la calle.
Desde Save the Children y la fundación Raíces explican que muchos de los menores relatan haber sido enviados a otras comunidades autónomas, después de que la Comunidad de Madrid valore si se pueden quedar en ella o no. Cuando llegan, "no hay nadie esperándoles, y no saben a qué centro pueden ir".
Estas organizaciones han detectado desde abril 18 casos de menores extranjeros no acompañados que se encuentran en situación de "abandono, desprotección y discriminación" en Madrid. Actualmente, creen que quienes viven en el parque entre cartones son 12, pero saben que hay más en otros lugares como la céntrica Puerta del Sol.
Dos centros de primera acogida
La Comunidad de Madrid dispone de dos centros de primera acogida a los que acuden los menores no acompañados. Se trata del centro Hortaleza, al que acuden los de 14 a 18 años, y el Isabel Clara Eugenia, de 0 a 14 años. Los menores con los que fundación Raíces ha hablado denuncian, en ambos centros, insultos y agresiones. Y mencionan dos salas: "El nido", en Hortaleza, y el "segundo piso", en Isabel Clara Eugenia.
"Cuando llegan ingresan en el nido, una sala que tiene un cuarto con literas y una sala de estar al lado con un cuarto de baño dentro, sin ducha", explica Lourdes Reyzábal, de fundación Raíces. Ahí permanecen "encerrados" durante varios días: "Hemos podido comprobar es que últimamente se les encierra hasta que se determina si la Comunidad de Madrid va a asumir la tutela o no y se les va a expulsar a otro centro", apunta.
La fundación Raíces cuenta un caso concreto de un menor de 15 años enfermo de tuberculosis. "Vino de Huelva y estuvo en el centro, pero le volvieron a enviar a Huelva alegando que la tutela no pertenecía a la Comunidad de Madrid", relata Reyzábal. El menor llegó a Huelva y no había nadie esperándole. Le echaron del centro, explicando entonces que la tutela tampoco pertenecía a ellos, volvió a Madrid y estuvo "viviendo más de 7 meses en la calle". Fue la propia fundación quien dio con él en el parque y le acompañó, de nuevo, hasta Huelva "preocupados por la medicación que tiene que tomar". Hoy, después de "hasta 14 entradas y salidas del centro" y tras de "la presión del defensor del pueblo y otros organismos" está en Hortaleza.
Otro de los casos de desamparo que denuncian las organizaciones es el de un menor argelino que salió la semana pasada del CIE de Aluche, después de verificar que era menor de edad. "Ingresó en Hortaleza y a los cinco días nos llamó desde Barcelona porque le habían dicho que se tenía que ir", cuenta Reyzábal. "El niño, que vive en una plaza, nos llamó preguntándonos por qué habíamos dicho que nos parecía bien que lo llevaran allí, porque es eso lo que le dijeron en el centro", denuncia.
Supuestas agresiones en el centro
Fue la semana pasada cuando Reyzábal y dos personas del Ayuntamiento de Madrid se acercaron al parque de Hortaleza para darles a conocer la situación en la que viven los menores. "Estando allí, aparecieron tres menores del Isabel Clara Eugenia que aseguraban haber sido agredidos por personal de seguridad del centro", cuenta. Uno de ellos, tenía "moratones en el cuello".
"El niño contó que el vigilante les había metido en una planta segunda y que les agredió", explica. En ese momento, decidieron llevarles al centro de salud más cercano, donde les recomendaron que les llevaran al Hospital de La Paz para que fueran explorados. El equipo de pediatría abrió el protocolo de supuestos malos tratos y envió el parte de lesiones al juzgado de guardia. "En el hospital nos dijeron que sería bueno que alguien denunciara y presentamos una denuncia muy escueta relatando lo poco que sabíamos y dando traslado al juzgado de guardia", indica Reyzábal.
De los tres niños que denunciaron agresiones, dos volvieron al mismo centro "a pesar de que el propio hospital recomendó que no volvieran al mismo, ya que uno de ellos sufría estrés postraumático".
Sin embargo, no es este el único caso que ha llegado hasta la fundación. "De entre todos los niños marroquíes, hay uno colombiano que tiene 13 años y dice que no va a volver en su vida al centro por miedo", apunta.
La primera teniente alcalde del Ayuntamiento, Marta Higueras, resaltó hace un par de días que la Fiscal de Menores visitó el centro de Hortalezas y dijo que "todo está correcto". Respecto a las presuntas agresiones en la segunda planta, Higueras subrayó que "esa planta segunda es donde tienen que subir con problemas de intoxicación; es una planta sin cerraduras, pero lo más importante es que la fiscal de Menores ha dicho que todo está 'ok'". Desde la fundación Raíces critican esta posición: "Está bien ver las instalaciones, pero hay que escuchar a los niños. Ahora mismo, están menos protegidos que un adulto. El problema no es la sala, sino qué está ocurriendo en esa sala, qué está ocurriendo cuando un menor dice que está siendo agredido".
"La Comunidad se desentiende"
De la Comunidad al Ayuntamiento, y al revés. "Nadie se está haciendo cargo del problema", explican las dos organizaciones, que se han encontrado, además, con un problema burocrático. "La versión de la Comunidad de Madrid ha ido evolucionando", relata Reyzábal: "Primero negaban que eran menores; después, reconoció que lo eran pero asegura que los centros son voluntarios y que no los pueden perseguir por las calles, que eso es responsabilidad del Ayuntamiento".
El Ayuntamiento de Madrid, por su parte, conoció el relato de los tres menores que denunciaron agresiones. "Creemos importante que tomen medidas jurídicas, ellos que lo conocieron de primera mano", denuncia Escorial, de Save the Children.
Ambas organizaciones coinciden en que, al ser la Comunidad de Madrid la responsable de la tutela de los menores, deben de ser ellos "quienes vayan a buscarlos" y les den "más opciones" si no quieren volver al centro "por miedo". "Los chavales nos dicen que están mas seguros en la calle", explican: "La Comunidad es responsable de la protección de los niños, que tiene que tratarles como tal y protegerlos".
Eso implica hacer una "intervención especializada" y garantizar que "están en los mismos recursos que el resto de los niños", como pisos tutelados o acogimientos familiares. Instan, además, a que se abra una investigación "por los casos de agresiones por parte de trabajadores de los centros" y a que asuma "la tutela inmediata" de todos los menores no acompañados.
"Hay ambiente de inseguridad"
Los vecinos de Hortaleza, por su parte, "viven un ambiente de inseguridad" por los menores en el parque, donde duermen entre cartones. Quienes viven en Hortaleza denuncian desde hace unos meses el aumento de robos, tirones y atracos a plena luz del día, que achacan a estos niños.
"Ellos pasan hambre y frío y tienen un problema de consumo: inhalan disolvente para evadirse", apuntan desde las organizaciones, a quienes les ha llegado la información de que hay vecinos "organizándose para ir a por los menores".
Save the Children y fundación Raíces reclama por ello al Ayuntamiento de Madrid que "la policía municipal y los policías tutores respeten al máximo la integridad física y moral de los menores que se encuentran en situación de calle".