Juanjo, el padre del legionario 'abatido' en una maniobra donará 10.500 mascarillas al Ejército
El joven legionario, Alejandro Jiménez, murió en marzo de 2019 por un disparo en unos ejercicios de adiestramiento en Alicante.
8 abril, 2020 16:53Noticias relacionadas
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Los sanitarios, los agentes de la Policía o los militares de las Fuerzas Armadas siguen la batalla para frenar la expansión del coronavirus Sars CoV-2. Pero la falta de medios de protección, como mascarillas o guantes, que tienen estos trabajadores ha empujado a varias personas fabricar alternativas de material sanitario o, incluso, a hacer donaciones. Una de ellas sale del bolsillo de Juan José Jiménez, el padre del joven legionario de 22 años fallecido por una supuesta bala rebotada en unos entrenamiento en Agost (Alicante). Una circunstancia que no está clara porque, según la investigación de la justicia, la bala entró por el pecho del joven y no rebotada por la axila desde un piedra. Este padre, no obstante, donará al Ejército de Tierra un total de 10.500 mascarillas para que sus miembros pueda hacer frente al Covid-19.
"Esto lo hago en nombre de mi hijo. No lo hago por publicidad. El sueño de mi hijo era ser legionario y, por ello, hago esta donación, que es simbólica", se sincera Juan José, con seriedad, en conversación telefónica con EL ESPAÑOL. Concretamente, las miles de mascarillas que ha comprado Juan José a un "proveedor internacional" del que no ha facilitado su nombre irán a parar al Tercio Don Juan de Austria 3º de la Legión, en Almería, el mismo al que pertenecía su hijo antes de perder la vida aquel fatídico 23 de marzo de 2019.
"La Legión era el sueño de mi hijo, por ello, la donación va para ellos porque están escasos de material de protección. Quiero echarles así una mano. Quiero creer que es lo que mi hijo me estaría diciendo que hiciese", continúa Juan José con su explicación. De hecho, este piloto de salvamento marítimo que opera en el Estrecho de Gibraltar, recibirá el pedido este miércoles en su domicilio de Jerez de la Frontera (Cádiz). Y, cuando lo tenga, lo trasladará consigo en el coche de su hijo, Alejandro, hasta la Base Álvarez de Sotomayor, situada en Viator (Almería).
"Donaré primero entre 6.000 y 7.500 mascarillas, que llevaré personalmente este jueves y el resto, que preveo que lleguen a lo largo de estos días, lo enviaré la semana que viene a través de alguna empresa de envío de paquetería", explica Juan José. Pese ello, el padre del legionario fallecido considera su donación "de perfil bajo" y es consciente de que las 10.500 mascarillas no cubrirán la necesidad de material, pero opina: "Si yo que soy un particular puedo conseguir mascarillas, el Gobierno de España debería estar también en disposición de obtenerlas".
El caso, en investigación
Juan José Jimenéz, en todo caso, continúa con las batalla judicial que tiene para esclarecer la muerte de hijo Alejandro. Un caso que, de momento, está investigándose. De hecho, el juez no ha cerrado el sumario. Fuentes del Ejército de Tierra señalaban pocos días después del accidente a este diario que el joven caballero de la Legión falleció en Alicante "como resultado de las heridas sufridas mientras realizaba ejercicios de adiestramiento en el Campo de Maniobras de Agost".
El joven Alejandro, natural del Palma de Mallorca, perdía la vida tras poco más de un año en la Fuerzas Armadas, ya que ingresó en ellas en noviembre de 2018. El proyectil, según apuntaron entonces las informaciones, entró por la axila del joven que, pese a tener puesto el chaleco antibalas, no sobrevivió a las heridas.
Pero este padre explicó hace unos meses a EL ESPAÑOL, tras levantarse el secreto de sumario, que el legionario Alejandro "había recibido un impacto de bala directo en un pectoral. Eso demuestra que estaban mintiendo a conciencia, porque ellos sabían perfectamente dónde estaban taponando la herida. Sabían perfectamente que era el pecho y no la axila, como luego sostuvieron".
Por ello, Juan José explicó que los superiores de Alejandro mentían. "Era cierto lo que me advertía la Guardia Civil, a los que les agradezco infinito su trabajo. Me decían que, en el caso de mi hijo, alguien estaba mintiendo desde el principio", se sinceraba en este diario el padre del legionario Alejandro. Por su parte, desde el Ejército de Tierra negaron en ese momento esta circunstancia. "El Ejército no ha engañado a nadie y menos al padre del fallecido. Será la instrucción judicial la que determine la verdad del tema pero el Ejército es el primer interesado, después de la familia, en que se esclarezcan los hechos", decían fuentes castrenses.
Ahora, será la justicia la que determine la verdad de lo sucedido. La instrucción, en todo caso, ha puesto de manifiesto las contradicciones entre los testimonios de los implicados en la muerte de Alejandro. Por ello, Juan José agradece a la justicia ir a "conocer la verdad por encima de todas las cosas y de todas las presiones que habrá recibido". Esto lo decía Juan José el pasado 27 de octubre. La investigación sigue. Pero él, de momento, donará 10.500 mascarillas a las Fuerzas Armadas para su lucha diaria contra el coronavirus.