La Policía Nacional ha detenido a una veintena de miembros de una red que obligaba a ejercer la prostitución a mujeres en locales de Murcia, Alicante, Almería y Valencia, y a las que penalizaba con multas si querían ducharse después de cada servicio, descansar o dejaban de trabajar por enfermedad.
De esta operación contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual ha dado cuenta este domingo la Dirección General de la Policía, cuyos agentes han liberado a 14 mujeres prostituidas y detenido a 20 integrantes de la red, de los cuales 9 han ingresado en prisión.
Durante la operación, se han practicado doce registros, en los que han intervenido 90.000 euros en efectivo, cinco vehículos de alta gama, tres escopetas de caza y dos armas de fuego simuladas, así como cocaína y marihuana preparada para su venta.
Según han podido constatar los investigadores, las víctimas eran obligadas a trabajar 12 horas todos los días y, en el caso de enfermar y no poder trabajar, eran penalizadas económicamente.
Sanciones por ducharse o enfermar
Los horarios eran tan estrictos que, en el caso de querer descansar o ducharse, eran multadas con entre 60 y 200 euros. Incluso, los responsables de los clubes llegaban a denegarles la asistencia sanitaria y si no trabajaban por enfermedad, las sancionaban con entre 300 y 400 euros.
Algunas de las mujeres habían acumulado una deuda con la red que superaba los 4.000 euros. Tanto las mujeres como sus familias eran amenazadas y presionadas para que abonaran la deuda contraída.
La organización se quedaba con gran parte del porcentaje de los servicios sexuales, de cuyo abuso se lucraba, y obligaba a sus víctimas a trabajar todos los días de la semana y a consumir sustancias estupefacientes con los clientes, además de someterlas a una estrecha vigilancia y control, resalta la nota.
Según la Policía, a pesar de la situación de crisis sanitaria, los clubes han mantenido su actividad al margen de la ley, con el riesgo añadido de posible contagio para sus víctimas.
12 registros simultáneos
A los investigados se les imputan presuntos delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, tráfico de drogas, contra el derecho de los trabajadores, favorecimiento a la inmigración irregular, tenencia ilícita de armas, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal.
Los agentes han realizado 12 registros simultáneos en la Región de Murcia (7), Alicante (2), Almería (2) y Valencia (1) en diferentes domicilios de varios miembros de la organización y en los clubes en los que alojaban y explotaban a sus víctimas.
La operación ha culminado con el cierre cautelar de los seis establecimientos en los que llevaban a cabo las actividades de explotación sexual.