La multinacional Tomra, una empresa noruega que fabrica máquinas de reciclaje, ha estado inyectando desde 2015 un total de 2,7 millones de euros a varias asociaciones ecologistas españolas y próximas a Podemos. Su objetivo, para el que se vale de estas prácticas de lobby, es promover en España el sistema de reciclaje SDDR (Sistema de Depósito, Devolución y Retorno), cuyas máquinas necesarias son fabricadas por la propia Tomra. Si bien aún no se ha llegado a implementar en nuestro país, la formación encabezada por el vicepresidente Pablo Iglesias ha intentado, en varias ocasiones, presionar para que se legisle al respecto.
Tomra ha pagado desde su filial en Alemania y en los últimos cuatro años -de 2015 a 2019- un total de dos millones de euros a varios miembros de la Alianza Residuo Cero española, liderada por Greenpeace. Por otro lado, también ha pagado a la empresa Recircula que, si bien no está dentro de la Alianza, sí tiene nexos con ella. En total, además de los pagos a la Alianza, ha ingresado 370.000 euros a Recircula, presidida por Eusebio Martínez de la Casa, quien en 2019 declaró como testigo en la Audiencia Nacional durante la investigación del Caso Púnica.
El SDDR, también conocido como sistema de retorno de envases, es una forma de gestión de residuos que consiste en asociar un valor económico a cada envase para fomentar que sea devuelto tras su uso. Así, por ejemplo, si se establece que una lata reciclada vale cinco céntimos, cuando el consumidor la mete en una máquina que le da esos cinco céntimos por haber reciclado. Tomra es la empresa que se beneficia de este sistema porque es la que fabrica estas máquinas y, si bien aún no se ha instaurado en España, desde Podemos están presionando para que así se haga.
El mayor defensor en la formación morada de este sistema es Juantxo López Uralde, exdirector de Greenpeace en España y actual diputado de Podemos en el Congreso de los Diputados. López Uralde ha defendido el sistema SDDR en numerosas entrevistas, también en el Congreso y es una de las cabezas pensantes de una estrategia seguida por el partido a nivel nacional: tanto desde Unidas Podemos como desde sus distintas delegaciones en municipios y autonomías han estado desde el pasado mes de octubre defendiendo a capa y espada este sistema.
A lo largo y ancho de todo el país, Podemos ha estado presentando mociones e iniciativas en ayuntamientos y parlamentos regionales para implantar estas máquinas de reciclaje. Ha llegado incluso al Congreso de los Diputados, a través de proposiciones no de ley, y algunas han prosperado para estudiar la puesta en marcha de sistemas alternativos al reciclaje tradicional de los contenedores. Entre esos sistemas, destaca el SDDR.
Sin embargo, la implantación de este sistema se ha encontrado con la firme oposición del comercio local y con las dudas de muchos expertos sobre su eficacia en caso de implantarse en España. Los expertos consultados por este diario consideran que España tiene una estructura comercial muy atomizada, muy diferente a la de Alemania y a la de otros países europeos, con un pequeño comercio muy potente. Y son precisamente los comerciantes los que han alzado su voz contra las máquinas SDDR por cuestiones de coste y de espacio.
Los mejor pagados
En 2016, Tomra elaboró un informe para sus inversores en el que se explicaba la intención de la empresa de implantar hasta 15.000 máquinas de SDDR en España. Aseguraban que iban a empezar por Baleares, Cataluña, Valencia y Navarra. Teniendo en cuenta que cada máquina cuesta entre 15.000 y 24.000 euros, el negocio en torno a ello podría rondar en torno a los 300 millones de euros.
Desde ese momento, se puede ver cómo Tomra ha aumentado notablemente los pagos a todas estas asociaciones ecologistas en España que ahora defienden el sistema. La mayor beneficiada de todas ellas es la organización Retorna, dirigida por Miquel Roset. Ubicada en Cataluña, Retorna cuenta con el apoyo de los sindicatos Comisiones Obreras y la Unión Sindical Obrera, además de con otros organismos oficiales y organizaciones no gubernamentales medioambientalistas como Amigos de la Tierra o Ecologistas en Acción.
Retorna ha recibido de Tomra 368.000 euros en 2015; 192.000 en 2016; 178.423 en 2017 y 100.000 entre 2018 y 2019. También ha recibido dinero la entidad Rethinking Together from the Grassroots Up, vinculada a Retorna y también dirigida por Roset. Curiosamente, los pagos de Tomra a Retorna han ido siendo cada año menores mientras que los que ha estado recibiendo Rethinking Together from the Grassroots Up han ido aumentando paulatinamente.
A pesar de dirigir una asociación ecologista, a Roset le ha ido muy bien en el plano económico. Es propietario de un chalé de lujo en Pedralbes, uno de los barrios residenciales más elitistas de Barcelona. La vivienda, unifamiliar, cuenta con una parcela de 343 metros cuadrados de los cuales 283 son construidos. En esa zona, el precio de una vivienda de esas características ronda el millón de euros.
Otro de los actores mejor retribuidos por Tomra es Recircula, presidida por Eusebio Martínez de la Casa y que es una de las caras más visibles de las que apoyan al lobby del SDDR. Aunque Recircula no pertenece a la Alianza Residuo Cero, la organización ha recibido casi medio millón de euros por parte de Tomra entre 2017 y 2019.
Al margen de los pagos de la multinacional noruega, en la trayectoria profesional de Martínez de la Casa hay varios puntos oscuros. En septiembre de 2019 tuvo que declarar como testigo en la Audiencia Nacional en la investigación del Caso Púnica. Una de las empresas presuntamente vinculadas a la trama de la Púnica era Emfasis Billing & Marketing Services, una agencia de publicidad que estuvo administrada por el propio Martínez de la Casa. Además, él mismo fue consejero de Bankia Pensiones y está casado con Isabel Mariño, quien ha ocupado carteras de Medio Ambiente, Empleo y Turismo bajo el Gobierno de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid.
Vínculos con Podemos
Aunque en España aún no se ha implementado el sistema de reciclaje SDDR, sí que ha habido intentos. Aunque con desigual fortuna. Uno de los más llamativos tuvo lugar en Pamplona, en los Sanfermines de julio de 2018. Dentro de la campaña Navarra por los retornables, impulsada por miembros de la Alianza Residuo Cero y el Ayuntamiento de la ciudad, se instaló una de las máquinas de Tomra en la zona de los fuegos artificiales.
Si bien los organizadores, que buscaban fomentar el uso de estas máquinas, calificaron el experimento de éxito, en los días siguientes se difundieron una serie de vídeos que demostraron que no fue así. En uno de ellos aparece el propio Eusebio Martínez de la Casa junto a otros miembros de Retorna sacando los envases de la máquina y dándoselo a otras personas para que volvieran a introducirlo. Así, lograban inflar las cifras que demostrarían el supuesto éxito, el que los navarros estarían encantados con el nuevo sistema.
Sin embargo, al margen de la anécdota fraudulenta, el sistema SDDR es el favorito de Podemos que, tanto en el Congreso de los Diputados como en los distintos parlamentos regionales y ayuntamientos, presiona para su instauración. Así, en 2020 la formación morada ha impulsado mociones en favor de la implantación del sistema SDDR en los ayuntamientos de San Javier (Murcia), Murcia, Málaga, Salamanca, Torrejón de Ardoz y Alcobendas (ambos en Madrid).
También ha habido ponencias en el Parlamento vasco para estudiar el sistema, una moción en el Parlamento de Cataluña para lo mismo, una proposición no de ley para implementar un piloto en el Parlamento extremeño y otra en La Rioja y una proposición de ley para fomentar la economía circular en la Comunidad Valenciana. Y, además, los SDDR han acabado en el Congreso de los Diputados a través de tres proposiciones de ley y no de ley presentadas por Podemos y que beneficiarían este sistema.
Y es que desde Podemos lo tienen claro: quieren el SDDR, igual que lo quieren sus asociaciones afines que reciben pagos de Tomra. El mayor defensor del sistema es Juantxo López Uralde, que viene de Equo y que defiende el modelo de reciclaje cada vez que le preguntan por ello. Aunque no hay constancia de que Podemos reciba dinero directamente de Tomra, sí que lo recibió Fernando Rodrigo Cencillo, miembro del patronato de la Fundación Equo y que recibió pagos de Retorna en 2017 por valor de al menos 5.000 euros.
El pasado mes de octubre de 2020, Greenpeace publicó un informe en contra del sistema actual de reciclaje y a favor del SDDR. Desde entonces, Podemos en prácticamente todo el territorio nacional ha estado haciéndose eco del mismo, desde Baleares hasta Aragón, pasando por el ayuntamiento madrileño de Getafe y pidiendo que se instaure el SDDR. Sin embargo, cuenta con un problema. El escaso apoyo local por parte de los comerciantes que consideran demasiado complejo el sistema de máquinas y que además no supone una solución integral ya que sólo admite envases de plástico. Pero se sigue intentando instaurar, y Tomra sigue pagando para ello.