Diversidad, igualdad e inclusión son varios de los temas en torno a los que más hemos escuchado hablar en los últimos años. Y eso es una buena noticia porque demuestra que, por fin, la sociedad ha tomado plena conciencia de la importancia de abogar por modelos de convivencia más justos y en los que, de verdad, todos tengamos las mismas oportunidades.
Que se aborde el tema es un primer paso, pero de nada serviría abrir un debate en torno a la inclusión si no se favorecen normativas y medidas que hagan reales estos principios. Por eso, este mayo, en el que se celebra el mes de la Diversidad 2021, es tiempo de poner de manifiesto las acciones que impulsen una verdadera normalidad en la convivencia de personas de toda índole con independencia de su género, tendencia sexual, religión, cultura o discapacidad.
La diferencia enriquece, y por eso Correos, como empresa pública y orientada al servicio de la sociedad, asume como propios estos principios de igualdad y los aplica en su actividad diaria a todos los niveles. Es un compromiso que la compañía adopta y para cuyo cumplimiento sigue una agenda propia, establecida en torno a tres características: la transversalidad, lo que extiende estas metas a todas las áreas; la aspiración de ser globales, es decir, que su operativa se adapte y sintonice con todos los tipos de diversidad; y la de ser comprometida y proactiva, con iniciativas a nivel interno y externo para fomentar esta igualdad en todos los frentes.
Las cinco dimensiones del plan inclusivo de Correos
Para poner en marcha su plan, Correos ha establecido cinco parcelas de actuación, cinco "dimensiones" no excluyentes que permiten ahondar en la diversidad visible e invisible, así como en sus objetivos a través de enfoques específicos y adaptados a cada una.
Por ejemplo, uno de estos segmentos es de las personas con discapacidad, para las que la compañía tiene en marcha iniciativas que favorecen su integración. Éstas incluyen protocolos específicos de on boarding y acompañamiento que facilitan la incorporación al nuevo entorno laboral y el desarrollo de sus funciones de forma cómoda y segura.
En el plano de la igualdad de género, la gran prioridad es la de fomentar instrumentos que ayuden a establecer una paridad real y, sobre todo, a que las mujeres opten a puestos de responsabilidad dentro de la empresa en igualdad de oportunidades.
Otro de los puntos en este plan es el de la diversidad cultural. Es un aspecto que, dentro de Correos, se asume con plena normalidad dado que su plantilla ya cuenta con numerosas nacionalidades entre sus trabajadores. Y ese es el mejor argumento para comprobar los beneficios de contar con diferentes puntos de vista. De alguna manera, se puede decir que solo con el hecho de favorecer este intercambio ya se da un salto de calidad en los servicios, algo que repercute directamente en la satisfacción del cliente.
El respeto a las diferencias y la tolerancia son claros y eso también afecta a la diversidad LGTBI, hacia los que la empresa pública ha dedicado varias acciones y homenajes en los últimos años. Por ejemplo, en 2020 se puso a la venta el primer sello dedicado a este colectivo, con motivo del Día del Orgullo. Entonces, la compañía también decidió ceder parte de su amarillo corporativo a la bandera arcoiris en buzones, furgonetas e incluso en algunas de sus oficinas.
Puede parecer redundante, pero lo más importante del Plan de Diversidad de Correos es, precisamente, que da cabida a todo tipo de personas y tiene previstos protocolos específicos para cada segmento de población. Tenemos en mente las diferencias de sexo o de género, por ejemplo, pero hay otras que pueden no resultar tan evidentes, como es la brecha generacional que también existe en muchos sectores. En este caso, Correos también tiene muy presente en su hoja de ruta inclusiva el valor añadido que aporta la cooperación entre distintas generaciones y hace de ello una de las fortalezas de su operativa diaria.
Un modelo común para buscar soluciones
¿Cómo se trabaja cada ámbito del plan? Es evidente que cada una de estas dimensiones requiere distintos tipos de enfoques. Es algo que Correos ha tenido en cuenta y por eso también ha desarrollado un modelo común de análisis para alcanzar las respuestas más eficientes y adecuadas para cada una. Se trata de favorecer el desarrollo de todo este "talento sin etiquetas", como lo define la empresa, y aprovecharlo.
En todo este esquema hay un paso clave, que es el de identificar las posibles desigualdades para pensar en la mejor manera de 'atacarlas'. Principalmente, uno de los caminos es el de la formación, un aspecto que Correos trabaja con sus empleados de manera continua para aportar conocimiento, generar conciencia y contribuir a implantar una cultura inclusiva en el seno de la empresa.
Estas pretensiones se complementan con el énfasis en hacer de Correos una empresa saludable y de que todo ello quede reflejado en su Responsabilidad Social Corporativa. Entre los hitos que pretende alcanzar, figuran en un lugar preeminente los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas, el impulso a la mujer y el reto demográfico. Son líneas, en definitiva, que se promocionan a nivel interno pero que también dan pie a que se pongan en marcha campañas de comunicación externa que aboguen por la sensibilización sobre estos temas a través de acciones y campañas específicas.
Hacia una sociedad mejor
El trabajo de Correos para desarrollar estas cuestiones es incesante. Además, no se limita a poner en marcha estos planes sino que también lleva a cabo, desde años, todo tipo de acciones que instan a la sociedad a mirar hacia estos problemas, bien por iniciativa propia o en colaboración con alguno de los numerosos organismos relacionados con la diversidad y la inclusión a los que está adherido.
El último ejemplo de esta línea de actuación coloca en la diana al racismo. Correos ha decidido conmemorar este mes de la Diversidad con el lanzamiento de una colección especial de sellos llamada 'Equality Stamps', creados en colaboración con la ONG SOS Racismo. Se trata de un alegato en contra de la desigualdad racial que coincide con el aniversario del asesinato de George Floyd, cuya muerte ha sido uno de los últimos episodios que evidencian la gran labor que aún queda para resolver este problema.
'Equality Stamps' que continúa el proyecto 'Protest Stamps', dispone un curioso mecanismo para concienciar más allá de la ilustración que usa los colores como reclamo. La serie incluye varias estampillas de distinto tono según su valor pero, con el objetivo de denunciar los efectos del racismo, los más oscuros son los que menos valor tienen. Esto obligará a usar más sellos de este tipo en los envíos, lo que constituye una forma muy gráfica de dar visibilidad a este problema. Se pueden conseguir en la tienda online de Correos.
Hablamos de diferencia y de inclusión pero, en realidad, todo responde a la pretensión de hacer un mundo mejor en el que todos tengan cabida. Por eso, Correos también ha mostrado su firme compromiso en otras causas. Por ejemplo, con las víctimas de la violencia de género. Ya en 2008 emitió una colección de sellos con el teléfono 016 de atención a las personas que sufrían este problema; y desde 2012 la compañía forma parte de la red de empresas que abogan por una sociedad libre de esta lacra. Todo ello ayuda a dejar atrás estos problemas que remiten a un pasado donde el respeto por la diversidad era ciencia-ficción. Ahora, más que nunca, la realidad se impone y las personas, de cualquier índole, salen ganando.