Estas son las profesiones y los cargos con más riesgo de vivir un divorcio en España

El número de demandas de disoluciones matrimoniales, nulidades, separaciones y divorcios fue de 22.647 durante el primer trimestre de 2023 respecto al mismo periodo del año anterior. Por tanto, se trata de una caída del 10,3 %, según los datos recogidos por el Servicio de Estadística del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Esta caída estuvo influenciada por la huelga de los letrados de la Administración de Justicia (del 23 de enero al 28 de marzo). Un hecho que influyó tanto en la resolución de asuntos como en el ingreso de los mismos.

Atendiendo al CGPJ, todas las formas de disolución matrimonial disminuyeron a excepción de las demandas de separación no consensuadas, que se mantuvieron estables (292). Las 12.839 demandas de divorcio consensuado fueron un 12,8% menos que las registradas en el primer trimestre de 2022; las 8.954 demandas de divorcio no consensuado mostraron un descenso del 5,7%; y en las demandas de separación consensuada (550), la disminución fue del 23,9%. Por último, el número de demandas de nulidad (12), fue un 33,3% inferior.

¿Cuáles son las profesiones más propensas al divorcio?

Si se echa la vista atrás, vemos que el número de demandas de divorcio aumentó en 2021 un 2,7% para llegar a las 93.505. La pandemia jugó un papel preponderante en dicho incremento. Hasta entonces, las tensiones matrimoniales iban a la baja.

Pero más allá de las cifras, la pregunta que surge es cuáles son las profesiones más propensas a dar este paso. A vuelapluma, la primera respuesta que suele venir a la cabeza es aquella relacionada con profesiones en las que no se suele estar mucho tiempo en casa y con una buena posición económica. Sin embargo, no suele ser así.

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Porque si nos atenemos a los datos del censo del Instituto Nacional de Estadística (INE), son aquellas personas que trabajan cuidando a otras a domicilio las que encabeza este particular ranking de separados y divorciados. En concreto, el 15,75% de este tipo de profesionales sufren este hecho.

La hipotética medalla de plata sería para el sector de la limpieza de oficinas, hoteles y otros establecimientos similares (14,07%) y el bronce para los conductores de autobuses y tranvías (13,37%). A partir de ahí, la lista se amplía con auxiliares de enfermería (13,01%), cocineros asalariados (12,69%) y profesionales de las terapias alternativas (12,47%).

En el furgón de cola nos encontramos con los sacerdotes de diferentes religiones (1,60%), los preparadores de comidas rápidas (3,69%), los programadores informáticos (3,96%), los ingenieros excepto los agrónomos, de montes, eléctricos, electrónicos y TIC (4,30%) y los trabajadores cualificados en actividades agropecuarias mixtas (4,34%).

Respecto a otras profesiones, el porcentaje en camareros asalariados es del 10%; en profesionales en navegación marítima y aeronáutica, del 9,35%; en profesores de universidades y otra enseñanza superior excepto formación profesional, del 8,63%; en jueces, magistrados, abogados y fiscales, del 8,34%; y en escritores, periodistas y lingüistas, del 7.09%.

¿Cuáles son los cargos más expuestos?

Si en los años recientes, la pandemia fue un elemento impulsor clave en el número de separaciones y divorcios, también hay otros elementos que ‘ayudan’ a su impulso. Más allá del manido ‘se perdió el amor’, hay otro como los horarios en sus respectivas profesiones (incluidas las guardias), el estrés desarrollado en el ejercicio de la profesión, la dificultad de conciliar vida laboral y profesional, las separaciones prolongadas por tener que viajar mucho o la presión que se vive en el entorno laboral.

Si ponemos el foco en los cargos con más probabilidades de vivir una separación o un divorcio, la clasificación elaborada por el INE la encabezan los directores y gerentes. En concreto, el 10,5% está separado. Le siguen las personas dedicadas a la restauración, personales, protección y vendedores (10,2%) y los operadores de instalaciones y maquinaria, y montadores (10,1%).

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A continuación, quienes tienen ocupaciones elementales (9,8%); los contables, administrativos y otros empleados de oficina (9,5%); técnicos y profesionales de apoyo (8,9%); artesanos, industrias manufactureras y la construcción (8,4%); científicos e intelectuales (7,5%) y, por último, sector agrícola, ganadero, forestal y pesquero (6%).