Si buscamos en el Diccionario de la RAE el verbo ‘entretener’, la primera acepción es "distraer a alguien impidiéndole hacer algo". La segunda, es "hacer menos molesto y más llevadero algo". Y la tercera, "divertir, recrear el ánimo de alguien".
El entretenimiento se ha transformado tanto en estos últimos años, que ya no sabemos realmente qué forma tiene. La responsable de contenidos de TikTok en España, Soraya Castellanos, asumía en una entrevista que TikTok no es una red social, e iba más allá: “Somos una plataforma de entretenimiento”, decía.
En la constante batalla por la atención que se libra en todas las plataformas, el entretenimiento es algo que parece inagotable. Más cuando 'das con la tecla' y empiezas a ser viral. Pero es curioso: la atención se busca, cuando la distracción es, precisamente, "apartar la atención".
Dante Caro, de Vine a TikTok: "Ahora mismo se puede ganar más dinero en redes que en televisión" Imagen y fotografía
Nuestro invitado de este nuevo capítulo de Random acumula más de 2 millones de seguidores en esta ‘plataforma de entretenimiento’ que es TikTok, con contenidos que, justamente, buscan entretener -valga la redundancia-.
Dante Caro, además, empezó en Vine, una red que hoy se ve como algo antiquísimo. Casi del siglo pasado. Hoy, la dupla que forma con María Valero es una de las más seguidas en internet. Si tuviéramos que compararlo con algo también antiguo, de la televisión, serían como un dúo cómico como los tantos que ha habido en la pequeña pantalla.
Dante Caro es el protagonista del quinto episodio de Random
De Vine a la actualidad
Dante Caro llegó a España desde Argentina, su país natal, a los 10 años. Su familia siempre ha sido "de tecnologías" y desde muy jóven su vínculo con "aparatos, cámaras, móviles y ordenadores" ha sido bastante destacable. Con su primer smartphone, hace ya diez años, empezó a crear contenido para una red social que hoy ya no existe: Vine.
"En aquel entonces 50.000 seguidores eran una barbaridad, porque no había tantos creadores de contenido", explica. Era 2013 y Dante andaba por los pasillos universitarios mientras cursaba el Grado en Derecho. "Nunca es tarde dejar una carrera universitaria si realmente sabes que lo tuyo es ser creativo", bromea el propio Agustín Alejandro, el nombre que se esconde tras su alias.
Conforme han evolucionado las redes, también lo ha hecho su trayectoria en estas. Dante Caro se hizo famoso en Vine, pero sus cifras se han ido agrandando año tras año hasta conseguir más de 2 millones de seguidores en la plataforma china TikTok, donde forma una de las parejas de humor más conocidas de esta red, junto con María Valero.
Dante Caro llegó a España desde Argentina, país en el que nació y creció, a los 10 años
"Cuando llegas a esa cifra, uno no alcanza a entender hasta dónde llegan las causas de quién se mete o dónde se mete a ver mis vídeos", se sincera. Para él, "el entretenimiento es uno de los 'géneros' que más dura en redes", donde combina "el gancho -necesario en todo momento- y la vis cómica" en cada uno de sus sketches.
De ser una afición, a ser un trabajo
Las redes sociales se han convertido en un foco de negocio, tanto para las marcas como para los propios creadores de contenido. Ya existe una relación laboral entre ellos: las marcas pagan -por publicidad- y los influencers hacen esos particulares anuncios que se repiten en Instagram o TikTok.
Esto ha permitido que creadores como Dante y María Valero puedan ganar dinero por las colaboraciones que firman con empresas que buscan publicitar algún producto en estos canales. La publicidad se ha adaptado como nada a los nuevos formatos. "Ahora mismo se puede ganar más en redes sociales que en televisión", sostiene el propio Dante Caro.
"Depende de lo bien que te vaya y de lo exitoso que seas, pero por ejemplo hay streamers que no tienen nada que envidiar a gente que participa en programas de prime-time". La realidad ha cambiado, ya lo decía hace unos días Henar Álvarez en la entrevista que le hizo Jordi Évole en LaSexta.
Dante acumula más de 2 millones de seguidores en TikTok
Así, el mundo de los creadores de contenido "se ha profesionalizado mucho", según Dante, "y hemos visto cómo son las dinámicas de trabajar con marcas". "Yo no quiero hacer un anuncio", dice el protagonista de esta entrevista a las marcas que le contactan, "así que vamos a hacer publicidad de la forma más coherente posible, para llegar a la gente de una forma elegante".
El entretenimiento ya no es cosa de la 'tele'
"Yo soy un chaval de barrio normal, de toda la vida, que hace vídeos, que le gusta hacer coñas y hacer reir a los demás, pero también impresionarse a sí mismo". Dante Caro marca distancias con la 'fama', porque él no se siente como un 'rostro televisivo' pero adaptado al nuevo marco de las redes sociales.
Si buscáramos un símil, sus contenidos serían como los sketches que han copado los prime-time de la televisión durante décadas. Lo suyo es el entretenimiento y eso lo tiene claro hasta al analizar el 'mundillo': "Tengo un concepto muy amplio del entretenimiento, muy filosófico", considera. Y censura: "Hay gente que vive del jaleo, que vive de hablar de la vida de los demás y de tirarse mierdas unos a otros, pero yo siempre he estado muy lejos de ese mundo".
Dante Caro durante la entrevista realizada en el estudio de El Español
"El entretenimiento también está enfocado en que a la gente le motive en algo", explica el propio Dante. Sin duda, ese enfoque motivacional puede traer tela y más en los tiempos que corren, pero él marca distancias: "Quizá una motivación no es solo 'sal a la calle que mañana será un día mejor' o Mr. Wonderful, sino también otro tipo de cosas".
Lo que un día se inventó para televisión, ahora copa los algoritmos que utilizan plataformas como TikTok. Sketches, bucles y vídeos en primera persona sirven para distraer a los millones de personas que utilizan, con demasiada asiduidad, estas plataformas en las que el entretenimiento es un arma cada vez más potente.
Escucha el nuevo capítulo de Random donde prefieras
-La entrevista con Dante Caro está disponible en Spotify.
-También en iVoox en solo un clic.
