Uno de cada tres jóvenes reconoce que revisa sus mensajes en el móvil mientras conduce
El informe sobre los “Hábitos de los jóvenes al volante”, además, señala que más de tres de cada cuatro jóvenes (76,5%) confiesa haber visto a algún amigo coger el coche tras consumir alcohol o drogas.
26 marzo, 2024 16:03La consulta de dispositivos móviles mientras se conduce es uno de los caballos de batalla de la seguridad vial, al menos entre los jóvenes. Así, un 32,4% de universitarios asume que ha revisado WhatsApp u otro tipo de servicios de mensajería mientras atendía al volante, según las conclusiones del informe “Hábitos de los jóvenes al volante”. Este estudio ha sido elaborado con los testimonios recogidos en los años 2022 y 2023, entre 1.900 jóvenes de entre 18 y 25 años participantes en la campaña de prevención “Agárrate a la vida”, la iniciativa de seguridad vial que desde 2010 llevan a cabo en universidades públicas y privadas de toda España la Fundación Mutua Madrileña y AESLEME, la Asociación por la prevención de siniestros viales y sus graves consecuencias.
Menos frecuentes son los jóvenes que reconocen realizar llamadas sin utilizar el dispositivo de manos libres, aunque esta peligrosa conducta al volante también alcanza un porcentaje considerable: el 22,8 por ciento de los encuestados.
Las conclusiones son especialmente relevantes para tener en cuenta en periodos vacacionales como la Semana Santa, cuando aumentan los desplazamientos de largo y corto recorrido, en general, y las salidas nocturnas de los jóvenes, en particular. En concreto, este periodo vacacional es uno de los más complicados del año, al aumentar el volumen de desplazamientos que se realizan en un corto espacio de tiempo, con orígenes y destinos similares y realizados en los mismos días y horas.
Concienciación en las aulas
La toma de conciencia de la necesidad de una movilidad sin víctimas y la prevención de conductas de riesgo sigue siendo un caballo de batalla a cualquier edad, pero especialmente entre los jóvenes, que comienzan a circular con motos y coches. Con el fin de sensibilizar del peligro de determinados hábitos, la Fundación Mutua Madrileña y AESLEME llevan a cabo dos iniciativas “Te puede pasar”, con escolares, y “Agárrate a la vida”, con jóvenes estudiantes universitarios.
Este último programa, “Agárrate a la vida”, cuyo núcleo son conferencias de gran impacto, se desarrolla en centros universitarios públicos y privados españoles y se dirige al colectivo juvenil, para concienciarlo sobre la importancia de la seguridad vial.
Los datos de este informe “Hábitos de los jóvenes al volante” se extraen precisamente de los cuestionarios respondidos al final de las charlas de “Agárrate a la vida”, durante los años 2022 y 2023. Un total de 1.887 cuestionarios válidos, en 12 provincias españolas, se analizaron para realizar este informe.
Otras conclusiones
Seis de cada diez jóvenes (un 58,3%) reconocen haber tenido que intervenir en alguna ocasión para impedir que un amigo condujera bajo los efectos del alcohol o las drogas. El porcentaje sube hasta el 76,5% cuando se les pregunta si han visto conducir a un amigo coger el coche tras consumir alcohol o drogas, independientemente de que hayan intervenido para impedirlo o no.
Cuando se trata de revelar imprudencias propias, parece que los jóvenes se muestran más cautos y , aun así, uno de cada cinco jóvenes (el 21%) confiesa que ha bebido alcohol antes de conducir.
La noticia esperanzadora es que para la mayoría de los participantes (96,5%), la asistencia a estas sesiones de prevención de conductas de riesgo, les había hecho reflexionar y evitar o corregir, a partir de ese momento, cualquier hábito imprudente, ya fuera no usar casco, cinturón, beber o consumir drogas o utilizar el teléfono móvil, cuando circulan con coche, bici, patinete o moto.
Las soluciones planteadas desde hace décadas en campañas de salud pública para poder salir y beber sin riesgo al volante, como la del “conductor alternativo”, que consiste en utilizar un único coche en el grupo y turnarse para conducir, de forma que cada noche uno no pruebe el alcohol, no parecen calar del todo en la realidad española y tan solo uno de cada tres reconoce haber actuado alguna vez en sustitución del dueño del coche debido a que este hubiera bebido (31,25%).
En cuanto al respeto a los límites de velocidad el 77,8% los respetan, solo un 22,2% de los encuestados reconoce abiertamente no hacerlo.
Evolución positiva
La Fundación Mutua Madrileña publicó este mismo informe “Los hábitos de los jóvenes al volante” para el periodo 2014-2016. La comparativa de los datos con los de hace casi una década deja ver motivos para la esperanza con respecto a la evolución de las cifras, si bien el descenso no es drástico.
En la actualidad, es menor que en el periodo 2014-2016 el porcentaje de jóvenes que ha consumido alcohol antes de conducir (21% vs. 27%); los que confiesan haber visto alguna vez a un amigo suyo coger el coche después de consumir alcohol o drogas (76,5% vs. 80%) o los que realizan llamadas con el dispositivo de manos libres mientras conducen (22,8% vs. 30%).
El porcentaje de jóvenes que ha impedido que un amigo cogiese el coche se mantiene similar. Era algo más de la mitad en el periodo 2014-16 y en el último muestreo se situó en el 58,3%.
Sin embargo, utilizar la figura del conductor alternativo es menos frecuente que hace una década y del 39% de los jóvenes que decían haber ejercido alguna vez como tal al salir con sus amigos pasamos al 31,2% en el último año.
Línea de actuación
La Fundación Mutua Madrileña tiene en la promoción de la seguridad vial una de sus cuatro líneas de actuación, junto al apoyo a la investigación médica, la difusión de la cultura y la acción social.
Para contribuir a reducir las cifras de siniestralidad vial entre los más jóvenes, la Fundación Mutua Madrileña, junto a AESLEME, desarrolla desde 2010 dos iniciativas de prevención de accidentes entre los niños y los jóvenes bajo los lemas de “Te puede pasar” y “Agárrate a la vida”, respectivamente.
Cada año, miles de jóvenes de diferentes ciudades españolas participan en las charlas del programa, que imparten personas lesionadas medulares y profesionales especializados en emergencias (061, Samur, helicópteros, etc.).