Ni lubina ni besugo: soy pescadera y esta es la pieza que debes pedir, igual de buena y mucho más barata
- Las pescaderías locales, con su asesoramiento experto, son el lugar ideal para descubrir alternativas más económicas y con el mismo valor nutricional.
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El pescado es un pilar fundamental en una alimentación saludable gracias a su riqueza en proteínas de alta calidad, omega-3 y nutrientes esenciales. Estos componentes no solo favorecen la salud cardiovascular, sino que también son clave para el desarrollo y mantenimiento del cerebro, convirtiéndolo en un alimento indispensable en cualquier dieta equilibrada.
Optar por pescado en nuestras comidas no solo aporta beneficios para la salud, sino que también ofrece una enorme versatilidad culinaria. Desde recetas sencillas como un pescado a la plancha hasta opciones más elaboradas, este ingrediente permite adaptarse a diferentes estilos y preferencias gastronómicas.
En Navidad, las pescaderías locales son una fuente confiable para adquirir pescado fresco y de calidad. Además, ofrecen el asesoramiento experto necesario para descubrir opciones que se ajusten a nuestras necesidades y presupuesto. Aunque la lubina y el besugo son los más demandados durante estas fechas, hay otras especies más económicas y con igual valor nutricional que merece la pena probar
El pescado más barato
La dorada y el besugo son excelentes alternativas económicas a la lubina, manteniendo una calidad y sabor excepcionales. Ambos pescados, comunes en el Mediterráneo y el Atlántico oriental, combinan frescura y versatilidad. Gracias a su crianza en piscifactorías, es fácil encontrar tanto doradas como besugos durante todo el año, ofreciendo opciones accesibles para disfrutar en cualquier ocasión.
Su aspecto plateado y la característica línea dorada entre los ojos la hacen fácilmente reconocible, además de ser visualmente atractiva en la mesa. Como dato curioso, este pez es hermafrodita, lo que significa que cambia de sexo a lo largo de su vida, un detalle interesante que suma a su singularidad.
En las pescaderías, la dorada está disponible en diversos tamaños y cortes, desde piezas enteras hasta filetes listos para cocinar. Su carne tierna y sabrosa es ideal para recetas al horno, a la plancha o incluso en guisos. Es una opción perfecta para quienes buscan una alternativa nutritiva y deliciosa al alcance de todos los bolsillos.
Propiedades de la dorada
La dorada es un pescado excepcional desde el punto de vista nutricional, ideal para quienes buscan cuidar su salud de manera natural. Su carne es rica en proteínas de alta calidad y fácil digestión, lo que la convierte en una excelente opción para personas de todas las edades. Además, aporta minerales como potasio, fósforo y selenio, esenciales para mantener el cerebro activo, los músculos fuertes y un sistema inmunológico robusto.
En cuanto a las vitaminas, la dorada destaca por su contenido en D, B3, B12 y A, fundamentales para el correcto funcionamiento del sistema nervioso, la formación de glóbulos rojos y la salud ósea. Estos nutrientes la hacen una gran aliada en dietas equilibradas, especialmente para prevenir deficiencias vitamínicas.
Aunque contiene algo de sodio y magnesio, sus niveles son moderados y se ajustan perfectamente a una alimentación saludable. Por su perfil nutricional completo, la dorada es una opción ideal para incluir en el menú semanal y disfrutar de sus múltiples beneficios para la salud.
¿Cómo preparar la dorada?
Preparar una dorada a la sal es una técnica sencilla y saludable que potencia el sabor natural del pescado. Esta receta, ideal para dos personas, utiliza ingredientes básicos como dorada, sal gruesa, clara de huevo y hierbas aromáticas. Es perfecta para quienes buscan un plato ligero pero lleno de sabor.
El proceso comienza mezclando la sal con las hierbas y la clara de huevo hasta formar una masa húmeda. Extendemos parte de esta mezcla en una bandeja para horno, colocamos la dorada encima y cubrimos completamente con el resto de la sal, compactándola bien para sellar el pescado y evitar que quede expuesto al aire.
Cocinamos en un horno precalentado a 200 ºC durante 30-35 minutos, dependiendo del tamaño de la dorada. Al sacarla, rompemos con cuidado la costra de sal, limpiamos los lomos y servimos. Para un toque extra de sabor, podemos añadir un chorrito de aceite de oliva virgen extra justo antes de disfrutarla. Una receta sencilla y deliciosa que resalta la esencia del pescado.