Javier Tello, director general de la Fundación Universitaria San Pablo CEU.

Javier Tello, director general de la Fundación Universitaria San Pablo CEU.

Educación

Tello (FUSP CEU): “La universidad pública tendrá gran peso en investigación y la privada en docencia”

El director general de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, Javier Tello, cree que en el futuro los profesionales tendrán una triple dimensión formativa. 

23 julio, 2020 02:07

Noticias relacionadas

Javier Tello es director general de la Fundación Universitaria San Pablo CEU desde el pasado mes de septiembre. A los pocos meses de su llegada tuvo que adaptar toda la organización para hacer frente al reto de educar desde casa y ahora afronta la vuelta a las clases a partir de septiembre. 

Lo hace en un contexto de cambio permanente en el sistema educativo, en el que las exigencias del mercado laboral son cada vez mayores. Los alumnos ya no sólo deben tener conocimientos, se exigen también competencias profesionales y formación en valores.  

Conversamos con Tello en videoconferencia, anticipo de la nueva enseñanza que está por venir, en el que la presencialidad y la teleeducación tendrán que convivir en todos los niveles educativos.

¿Cómo se plantea el inicio de curso en septiembre? 

Nos preparamos para cualquier escenario y siempre respetando las medidas de seguridad sanitaria que se exigirán. Están ya casi todas definidas, aunque algunas están por cerrarse todavía. 

Trabajamos con la posibilidad de que haya medidas de distanciamiento como las actuales, que se puedan incrementar los distanciamientos y que sea necesario el uso de EPI. También nos preparamos para un endurecimiento eventual porque haya pasos atrás en la pandemia. 

Además, estamos terminando de implantar en el proyecto Aulas de Doble Presencialidad. De este modo, en cualquier escenario puedes mantener una actividad docente online con un sistema de videoconferencia que permite la interacción plena del profesor con los alumnos y viceversa, pero también del alumnado entre sí.

Es decir, que podemos volver a las aulas con la mitad de aforo, de modo que una parte esté físicamente y otros conectados, pero entre todos hay una plena interacción. 

Aulas de doble presencialidad en la USP CEU.

Aulas de doble presencialidad en la USP CEU.

¿Esta nueva metodología hace más difícil la docencia? 

Es algo más difícil y exigente que la actividad presencial, eso está claro. De todos modos, lo peor ha pasado ya. Hasta ahora hemos tenido que adaptarnos con el teletrabajo desde casa para hacer una enseñanza 100% online y eso ha sido muy duro porque, además, no ves las caras de los alumnos. 

Ahora los docentes están haciendo un esfuerzo adicional para adaptar sus contenidos y los formatos de las clases para que tenga más sentido para el alumno. Hablamos, sobre todo, de las intervenciones, la documentación empleada, la incorporación de vídeos y otros formatos digitales… 

Para acompañar en esa transformación al profesorado hemos preparado cursos de adaptación y preparación a la nueva realidad. Están funcionando muy bien y los profesores están muy motivados con el proyecto, porque es un escenario más confortable para hacer docencia con seguridad y con la profundidad que tiene el enriquecimiento digital que incorporas en las aulas. 

¿El Covid-19 ha hecho que haya una caída del nivel educativo en el último curso? 

No ha habido que bajar ni ralentizar el ritmo. Se ha llegado cubriendo los objetivos de aprendizaje en todas las etapas. Ha habido un compromiso enorme de los docentes para seguir con el mismo ritmo de clases, temas, contenidos… Y sobre todo de adquisición de conocimientos. 

De hecho, no sólo no se ha bajado, sino que al incorporar a la enseñanza online una actividad suplementaria de trabajos y auto trabajos de los estudiantes, ha provocado que algunos de ellos hayan tenido un proceso de adquisición de competencias mayor a los que se pueden dar en condiciones normales. 

Los docentes están haciendo un esfuerzo adicional para adaptar sus contenidos y los formatos de las clases para que tenga más sentido para el alumno

Es decir, el confinamiento ha sido beneficioso para los alumnos.

Ha habido un proceso en el que los estudiantes, al estar tres meses a distancia, han acabado adquiriendo una capacidad de autoorganización importante, que es una de las competencias transversales clave. 

Los alumnos en todas las etapas han hecho una demostración de la importancia que tiene recibir una formación en valores. Además de aprender los conocimientos y a autoorganizarse, hay que tener un proceso de maduración para interiorizar la realidad de un confinamiento, de no poder convivir y de tener una estabilidad emocional que permita alcanzar las metas sin que todo eso pase factura. 

Este proceso en el CEU lo hemos cuidado mucho. Hablamos de la educación en valores y estamos convencidos de que esta etapa de confinamiento ha permitido que muchos de nuestros alumnos hayan dado un salto en la maduración personal y en la formación de personas que en el futuro, cuando salgan de nuestras aulas, sean capaces de liderar equipos cuidando de su gente. 

Todo este aprendizaje es clave. El confinamiento y la enseñanza a distancia han hecho que hayan madurado aceleradamente. Ha sido un aprendizaje más potente del que se hubiera tenido en circunstancias normales. 

Los alumnos en todas las etapas han hecho una demostración de la importancia que tiene recibir una formación en valores

¿Cuáles serán los perfiles profesionales que se buscarán tras la pandemia? 

Parte de los perfiles van a cambiar. Se modificará el perfil profesional, porque se va a tender a buscar profesionales más completos globalmente . 

Hay un proceso de aceleración de la transformación digital, un tsunami digital, y ahí los perfiles evolucionan. Trabajamos ya con perfiles tridimensionales. 

Esto supone tener una formación más tradicional, una segunda faceta que es la formación en competencias transversales (y aquí es importante que todo profesional adquiera un nivel convencional alto en Inteligencia Artificial, el dato, la computación en la nube) y una tercera que es la formación en valores que se ha demostrado clave durante el Covid. 

Aulas de doble presencialidad en la USP CEU.

Aulas de doble presencialidad en la USP CEU.

En el tema del perfil profesional puro nosotros tenemos un proyecto denominado Enseñanzas Digitales CEU, con acuerdos con grandes tecnológicas como  Amazon, Microsoft o Google. Estamos creando toda una relación de grados universitarios propios para la formación de conocimientos de frontera. 

Lo que hemos puesto en marcha con ellos son una serie de grados en conocimiento digital, y se pueden estudiar en grado completo, en módulos concretos o puede combinarse con una carrera… De modo que la formación tridimensional se consigue abriendo al estudiante del CEU la posibilidad de compatibilizar su carrera con el dato, la Inteligencia Artificial, la computación en la nube, etc. 

Los profesionales en activo, ¿son conscientes de que es necesaria una formación continua?

En ese aspecto tenemos mucho trabajo por hacer. Esas Enseñanzas Digitales CEU de las que hablaba antes conllevan de cierta manera el long life learning. Aprendizaje continuado a lo largo de toda tu vida. En España está poco trabajado, poco sofisticado, y el proyecto y la apuesta del CEU es convertirse en la institución educativa de referencia en ese aspecto. 

Estamos firmando un acuerdo con uno de los grandes operadores de postgrado no universitario semipresencial, que es la línea de trabajo de futuro. En tres o cuatro años nuestro objetivo es que contemos con toda una oferta de títulos propios cortos o de másters propios que permitan a todo el que necesita una formación de adaptación o reciclaje ser capaz de adquirir esas nuevas competencias.

Hay un proceso de aceleración de la transformación digital, un tsunami digital, y ahí los perfiles evolucionan. Trabajamos ya con perfiles tridimensionales. 

Es algo que en España se ha trabajado poco. Nosotros vamos con una ambición enorme y creemos que va a ser el ámbito fundamental de crecimiento de la actividad educativa. El carácter semipresencial lo hace apto para que lo cursen quienes están en la vida profesional y laboral. 

Esa semipresencialidad, con el apoyo de nuevas tecnologías y haciendo mucho más amable la formación digital, está haciendo que en Estados Unidos sea una de las etapas educativas más importantes. 

En el proyecto que estamos elaborando la idea es tener aquí un postgrado no universitario potente y apalancarse con universidades y escuelas de negocio en el extranjero, sobre todo en Estados Unidos. 

¿Cuál debe ser la relación entre la Universidad pública y la privada? Hay todavía mucha gente que sigue planteando esa dicotomía.

Todos somos conscientes de que la Universidad pública tiene un papel y una parcela en la educación superior que es limitado sí o sí. ¿El motivo? La limitación macroeconómica de las finanzas públicas, que implica necesariamente que la educación superior privada adquiera una mayor cuota en cualquier escenario. 

Ahora bien, más allá de esa realidad dinámica que crece y tiene sentido, tampoco hay que engañarse. En la enseñanza superior, las públicas han tenido una contribución enorme a la calidad del sistema educativo español y, sobre todo, en la parte investigadora. 

Por tanto, las universidades públicas tendrán un gran peso en la investigación; mientras que las privadas creceremos en cercanía y eficacia de la docencia. En los últimos rankings publicados, en docencia y adaptación de los programas a la empleabilidad, las privadas comparaban mejor que las públicas y éstas, en cambio, lo hacían mejor en la parte investigadora. 

Ese proceso es imparable, al igual que lo es que en el sector privado (sobre todo en Madrid y Barcelona) habrá un proceso de consolidación. Mi percepción es que de los 20 players que hay en este momento, quedarán la mitad. Una cosa es variedad y otra es hacer buena educación, que es algo caro y exigente. Por eso debe hacerse a través de instituciones muy fuertes. 

 La universidad pública tiene un papel y una parcela en la educación superior que es limitado sí o sí.

¿Y qué papel quiere jugar el CEU en todo ese proceso de concentración? 

Tenemos una gran vocación de crecimiento, no hemos dejado de crecer. Queremos jugar un papel activo. Somos un player fuerte y queremos ser más importantes aún. Estamos muy atentos a las oportunidades, pero tenemos claro que cualquier operación en la que entremos se hará bajo los criterios y los valores que representa el CEU como institución educativa: calidad e identidad católica con vocación de educación integral para nuestros alumnos. 

Seremos un actor principal y esto enriquecerá la oferta educativa en España y en Madrid. Habrá instituciones más consolidadas y con menor riesgo económico financiero. Gracias a ese escenario habrá instituciones muy bien posicionadas con vocación de hacer de la actividad educativa algo próspero económicamente hablando, y luego habrá otras entidades donde no solo habrá educación de alto nivel, también el compromiso de estar por algo más para aportar formación integral para los jóvenes.

Facultad de Económicas de la USP-CEU.

Facultad de Económicas de la USP-CEU.

El problema puede estar en que ese mayor peso de la educación privada deje fuera a un sector de la población. No olvidemos que no todo el mundo tiene capacidad de acceso a este tipo de formación. 

Somos la institución que más becas al estudio concede. Hemos destinado 12 millones para este curso. A través de este sistema (con becas meritocráticas, de nivel socioeconómico, globales, de largo recorrido) se consigue aproximar mucho la oportunidad de estudiar en una institución privada respecto a una pública, que tampoco es barato. 

El sistema de tasas de la pública convierte hace que el coste sea de cierta relevancia. A través de sistemas de ayudas y financiación (también con entidades financieras para financiar los costes de docencia) hay una gran cantidad de alumnos a los que estudiar en una institución privada les resulta asequible y accesible. 

Nosotros reinvertimos todo en educación, y la mayor parte va a becas. Esto logra que haya una verdadera igualdad de oportunidades. 

En cualquier caso, ¿debería replantearse el sistema de becas públicas? 

Debería ser objeto de revisión, pero no de la noche a la mañana. Si modificas un status quo y lo haces poco progresivo, se generan efectos traumáticos. Detrás del sistema de becas públicas existe una realidad económica que es un mecanismo que permite garantizar la igualdad de oportunidades, y no puedes hacerlo de hoy para mañana para no dejar a nadie fuera. 

A largo plazo el sistema tendría que recuperar parte de la tensión que tenía antes en relación con los méritos, con los buenos resultados o razonablemente buenos resultados que los estudiantes deben comprometerse a ir teniendo. Esta exigencia está un poco destensada actualmente, y eso no ayuda a que el sistema público trabaje para la promoción y el desarrollo integral de los estudiantes.